Esta es la actitud

Durante media hora el Madrid de las grandes noches europeas regresó con un golazo de Rodrygo y una magnífica actitud de todo el equipo. Pero Guardiola se encontró con un triunfo inmerecido...

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Me pasé todo el día compartiendo tertulias, saludos y conversaciones improvisadas con cientos de madridistas llegados desde los cinco continentes. El sentir generalizado reflejaba un diagnóstico de la afición alejado de ese presunto ultimátum que amenazaba la continuidad de Xabi Alonso en el banquillo del Bernabéu. El personal tenía muy claro que los jugadores estaban obligados a cambiar el chip y a mostrar un compromiso y un orgullo competitivo que claramente extraviaron de forma injustificable el pasado domingo ante el Celta. Cuando estás en plena fase de clasificación no es tan trascendente ganar o perder, la clave es demostrar ante toda Europa que sigues siendo el Madrid y que la palabra crisis se aleja de la realidad por mucho que los últimos resultados se empeñen en dejar caer la tostada del lado de la mantequilla. El plebiscito de la grada no fue al banquillo sino hacia los jugadores. El caso es que anoche sí se dejaron ante la tropa de Guardiola todo lo que tenían y la actitud es la mínima que se le debe y puede exigir al equipo de las 15 Copas de Europa. Su primera media hora me recordó a la de los viejos tiempos en los que los rivales se veían engullidos por el Bernabéu y por 11 camisetas blancas que mordían como si fuese el partido de sus vidas. Eso permitió una reconciliación ayudada y alimentada por el golazo de Rodrygo, tan terapéutico para el brasileño como para un equipo necesitado de una autoestima castigada a base de patinazos inesperados. Cierto es que con la derrota final hubo quien en la grada pitó a algunos jugadores (especialmente a Vinicius), pero creo que no lo merecían. No era el día para pasar facturas porque la derrota se aleja del sentido de la justicia y el equipo trabajó para merecer mucho mejor premio...

Por fin, Rodrygo

El chaval lo necesitaba como el comer. Después de 32 partidos y nueve meses sin ver puerta, el héroe de aquella semifinal heroica ante el City de 2022 logró por fin acabar con esa pesada sequía y metió un golazo ante su rival favorito. Un tanto que hizo justicia a su partidazo y que demostró que con más titularidades y más minutos (lo que siempre le concedía Ancelotti) sigue siendo un delantero top y desequilibrante. Rodry mostró entusiasmo en la presión, fue un incordio para la zaga citizen tanto por la derecha como entrando en el carril del 10 y palió la dolorosa baja de Mbappé dando una energía al ataque vigorizado además con el entusiasmo adolescente de Gonzalo. La eficacia de Rodrygo y la presión fanática de Gonzalo en la salida de balón del City llegó a anular el habitual juego de posesión de los ingleses durante más de media hora. Pero ante rivales así no hay que perdonar y en dos jugadas aisladas los citizens dieron la vuelta al marcador sin especiales méritos futbolísticos.

El VAR de Ceferin

Ya sucedió el año pasado aquí con el Arsenal y se ha repetido la historia ahora con el City. El gol del empate del Guardiola Team llegó tras una falta cometida sobre Rüdiger. Turpin y el chico del VAR debieron pensar que la demanda del Madrid a la UEFA por valor de 4.500 millones de euros pesa más que el sentido del reglamento. Calladitos los dos y legitimidad a un gol claramente anulable. Poco después hace un penalti Rüdiger a Haaland que no ve Turpin pero curiosamente el VAR sale al rescate para que lo señale el colegiado de campo y así puedan recibir la felicitación de Ceferin por fastidiar al equipo de la demanda multimillonaria. Aquí nos conocemos todos...

Nos levantaremos

A pesar de la derrota, el equipo sigue dentro del top-8 y la sensación es que apartir de ahora debe ir a más. Ojalá en Vitoria repitan esta actitud ante el Alavés y que pronto demuestren que el problema no estaba en Xabi Alonso...

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