Opinión

Esplendor en los Alpes

El 0-4 es lo de menos. Lo importante es que los automatismos de Xabi se notan y eso que sólo llevan una semana de entrenamientos. Ojo que este equipo huele muy bien...

Imagen de un aficionado intentando llegar a Mbappé y frenado por la seguridad del estadio Tivoli.
ANNA SZILAGYI
Tomás Roncero
Nació en Villarrubia de los Ojos en 1965. Subdirector de AS, colaborador del Carrusel y El Larguero y tertuliano de El Chiringuito. Cubrió los Juegos de Barcelona 92 y Atlanta 96, y los Mundiales de Italia 90, EE UU 94 y Francia 98. Autor de cuatro libros: Quinta del Buitre, El Gran Partido, Hala Madrid y Eso no estaba en mi libro del Real Madrid.
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El Tirol es madridista.- El único bolo de la pretemporada llevó de viaje a la ilusionante Xabineta hasta los maravillosos Alpes de Innsbruck. Un paisaje impactante. El coqueto estadio donde juega el actual líder de la Bundesliga austríaca se llenó de camisetas blancas. Eso parecía el estadio Tivoli de la Castellana. Sonaba el himno de la Décima y casi todos lo cantaban a coro. Lo mismo que en Estados Unidos. Seamos claros. Vayas donde vayas, la gran mayoría de fans del fútbol son del Real Madrid. Ese patrimonio hay que aprovecharlo sacándole brillo al cadillac del nuevo proyecto. Toca ganar Champions (16) y Liga (37). La guarnición (Supercopa de España y Copa) no me quita el sueño, pero tampoco lo descarten. Se puede.

El 10.- Mbappé estrenaba dorsal de jerarquía, el 10 de Modric pesa lo suyo, pero Kylian dejó claro que este cambio lo va a explotar como mejor sabe: goleando y deleitando. La primera que tuvo el parisino la embocó con una facilidad asombrosa. Desmarque eléctrico a pase medido de Güler, control espléndido de espaldas, giro de 180 grados y pelota a la cazuela tirolesa. Y en la segunda parte, con un Tchouameni clarividente asistiéndole en profundidad, Kylian sacó el tarro de las esencias con una jugada ronaldiana (de Nazario), pisando la pelota para tumbar al arquero austriaco y marcando a puerta vacía. Como ese veremos esta temporada 50 golazos más. Lo veo a Kylian más ligero de equipaje (esos tres o cuatro kilos que perdió en Palm Beach le han estilizado para bien) y con el hambre del tipo que sabe que ahora le toca engrandecer su historia, más allá de su meritoria Bota de Oro, con éxitos colectivos. El madridismo quiere un Mbappé 5 Jotas.

Huijsen y Güler.- Me quiero detener en estos dos regalos para la vista. Lo de Huijsen (20 años) es para enmarcar. Un fichaje de época. La salida de balón pasa por él. Rompe líneas con su buen ojo en filtrar pases interiores. Y juega con una serenidad que asusta. No se altera. Y Güler, el turquito de seda, está de dulce una vez que se siente titularísimo. Arda diseña fútbol de orfebre. Ingenioso, astuto, vivo y siempre encontrando una luz en medio de la oscuridad. Güler nos dará muchas noches mágicas. Ojalá pueda mantener este tono ante los rivales de máxima exigencia y presión agudizada (PSG, Chelsea, Barça...).

Bien por Rodrygo.- Saltó al campo en la recta final del partido y lo hizo con el colmillo afilado y con ganas de reivindicarse. Nada de poner malas caras ni de mostrarse ausente. Le vi rebelde. Perfecto. En su banda natural, la izquierda, creó una sociedad diabólica con Mbappé. La jugada de ambos en el 0-4 es para mostrar en las escuelas del arte. Las bicicletas son para el verano y Kylian lo demostró, habilitando a Rodrygo para que definiese con un toque sutil sólo al alcance de los elegidos. Esto huele muy bien. El 0-4 es lo de menos. Lo importante es que los automatismos de Xabi se notan y eso que sólo llevan una semana de entrenamientos. Ojo que este equipo huele muy bien. Actitud diez de todos, implicándose en la presión tras pérdida, en los movimientos continuos buscando el desmarque del compañero y con hambre a la hora de ir a los duelos. Deseando ya que llegue el partido del Bernabéu ante Osasuna...

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Un niño muy blanco.- Este triunfo del nuevo Madrid de Xabi Alonso alcanzado en un paisaje paradisíaco va por Alejandro Tripiana Carmona, un niño de Taberno, pueblo almeriense cercano a mis amigos de Albox. Alejandro tiene ocho añitos y desde que llegó a este mundo su Madrid ha conquistado cinco Champions. Ahora está un poco malito, pero seguro que pronto verá cumplido su sueño de ir con sus padres a ver un partido al Bernabéu. ¡Ánimo, campeón!

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