Españoles, el Barça no ha muerto
El Barça más golpeado, deshilachado y remendado de lo que va de siglo deja encarrilada LaLiga y a tiro el doblete sin que fuese necesario garantizar la ‘neutralidad’ arbitral con un Bizum a Enríquez Negreira. Lo que va a necesitar más de un remiendo es la imagen institucional del Barça. Posiblemente no se consiga hasta que abandone el palco el último de los implicados en esa estafa chusca y cutre. Lo mejor de los clubes siempre suele estar en sus vestuarios, y el del Camp Nou hace tiempo que se ha echado a sus espaldas el honor de la entidad..
El Derbi (lo de Clásico lo dejo para los del marketing) comenzó con un dejavú que estábamos temiendo a la inversa desde que en el 91 Predrag Spasic batiese de cabeza a Buyo. En esta ocasión le tocó a Ronald Araújo sufrir el karma del yugoslavo. La grada culé siguió viajando incluso más atrás en el tiempo cuando sonaron añejas sicofonías de El Molinón de principios de los 80 con el ya olvidado “Así gana el Madrid” a modo de exorcismo para espantar las nefastas consecuencias del Caso Negreira. El empate de Sergi sobre el descanso dejó en bandeja una segunda parte de homenaje al fútbol de siempre, sin tregua, de ida y vuelta. Cada contragolpe era una moneda lanzada al aire. Salió cruz para el Madrid, gol anulado después de celebrado y sentencia de Kessié en el descuento. Lo dicho, el fútbol de toda la vida.