España no ha hecho las cosas bien

Han pasado ya casi 15 años del Mundial de Sudáfrica. No se ha hecho un buen uso de ese capital. Ese logro, como hicieron hace decenios Brasil o Argentina y luego Italia o Alemania, debería haber servido para ‘hacer País’, pero no ha sido así. Hoy en día la Selección es marginal y sufre desafección. El primer chasco llegó en Brasil, en 2014. Un equipo ya envejecido acabó con mitos como Xavi o Piqué sentados en el banquillo en zapatillas de tenis. Después llegó Lopetegui, el breve. Dos días antes de comenzar el Mundial 2018, Rubiales se lo cargó por fichar por el Real Madrid sin previo aviso. Tomó el relevo Fernando Hierro, el breve 2, quien será recordado por dejar a Iniesta de suplente en la eliminatoria contra Rusia.

Tras aquello arribó la era Luis Enrique, que acabó llamando traidor a su ayudante, Robert Moreno, que fue el siguiente. Volvió Lucho y acabamos perdiendo con Marruecos en los penaltis de Qatar. Además, Luis Enrique convirtió su ministerio en un espectáculo televisivo, con un programa en Twitch en el que no paraba de soltar ocurrencias, una detrás de otra. Y de ese esperpento llegamos hasta De la Fuente, quien no sólo necesita ganar para levantar la moral de la tropa, también para recuperar la ilusión de España por su Selección. Ahí está la Eurocopa para dar el primer paso, ese que no la llevará a ganar otro Mundial, pero que la sacará del limbo en el que no quiere estar.