Ese jugador que parece que no te da nada y te lo da todo

Hay futbolistas que parece que no te dan nada. Si acaso, un poco. Jugadores con los que no irías al fin del mundo porque, a la vuelta de la esquina, encontrarías otro con mejor regate, un primer toque más dulce. Con un golpeo mejor en tiros directos. Con más estética, más marketing. Sin embargo, son los que te dan todo. Esa clase de jugador es Raphinha, que este año ha sido insultado por sus propios compañeros, algo ciegos para no incluirlo en el once FIFPro de la temporada después de hacer 34 goles y 26 asistencias.  Hay que escuchar siempre a Simeone. “Yo le hubiese dado el Balón de Oro”, dijo anoche.

Casualidad o no, con Raphinha apareció el mejor Barça de la temporada. Jugó su primer partido redondo. Fue el equipo de las remontadas del año pasado, que no se inquietó cuando recibió el 0-1. Ni siquiera cuando Lewandowski mandó un penalti a L’Hospitalet. Persistió y encontró premio. El partido también elevó a Flick, que después de algunas semanas de bandazos hizo todo lo que le requería la noche. Casadó y Ferran para meter intensidad cuando ya faltaba fútbol. Rashford para darle una inyección de gasolina y Dro para anestesiar el partido. Tiene algo especial ese chico. El Barça recuperó las huellas de la temporada pasada y confirmó el liderato. La victoria tiene un peso específico enorme en la Liga.

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