En caso de duda... siempre Vallecas

El mayor legado del Cruyffismo trasciende al juego del Dream Team, sus cuatro Ligas de una tacada y la primera Copa de Europa de la entidad. Si la historia del Barça se midiera como la de la humanidad, con dos eras claramente diferenciadas, antes y después de C. (Cristo o Cruyff, elijan ustedes) es porque su mensaje era el nuevo testamento azulgrana, la verdad revelada: sacudirse los complejos y pasar de los árbitros. En todo caso, los mensajes de Johan Cruyff iban contra la directiva y de vez en cuando hacia a algún jugador que no entendía los nuevos tiempos. Sin esa auctoritas es muy posible que las tres monedas lanzadas al aire en las últimas jornadas de Tenerife y Riazor a principios de los 90 hubiesen salido cruz.

Pocos partidos explican mejor ese nuevo testamento (olvidado por algunos que se reclaman camisas viejas del Cruyffismo) que un partido disputado en Vallecas, donde juega esta noche el Barça. Como odio el ventajismo de consultar Google, aún a riesgo de que me falle la memoria, juraría que perdía 3-1 en la segunda parte tras la expulsión de dos de sus jugadores. En vez de quejarse al árbitro, Cruyff salió del banquillo a zarandear a los suyos. En 20 minutos consiguió el empate. También creo recordar que aquel año el Barça ganó la Liga por un punto, ese conquistado en Vallecas. Y nadie habló de los árbitros.