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Carvajal vuela como nunca

Intratable Bellingham, que ha hecho del Madrid suyo, no hubo contienda real en el Bernabéu. A Osasuna, como a tantos otros, se le hizo gigante la presencia del inglés y capituló por fascículos pese al amago de arrebato al final del primer tiempo. Fue un partido bien jugado por el Madrid, con un Valverde excelso en la creación, que le reafirma ante las tribulaciones de partidos anteriores. Quizá fuera por el regreso de Modric, porque en el fútbol nada es coincidencia, pero se atisbó una mejoría evidente escenificada en el marcador y en las sensaciones. Relegado otra vez el rombo, con Vinicius en la banda y Bellingham con libertad para hacer lo que quiera, se encendió el equipo de Ancelotti, nada apático, ambicioso hasta el final, con posesiones de alta calidad y profundidad ante una defensa de Osasuna que hizo aguas. David García, internacional per se con De la Fuente, el primero. Vinicius se soltó otro poquito más y Joselu volvió a sacar el mazo. Su afición con el gol en LaLiga le puede abrir espacio en las citas europeas.

Entre tantas buenas noticias para el Madrid, volvió a destacar el concurso notable de Carvajal. Su inicio de temporada no es ninguna casualidad, como tampoco que los peores momentos de su equipo se dieron sin él en el campo. La banda derecha pertenece al lateral, al estar Valverde más dentro. Juega con mucha altura, ofrece una verticalidad continua con sus movimientos y decide con la clarividencia que solo los futbolistas de máximo nivel tienen. Hasta se atrevió a imitar a Modric. Es un apoyo constante en ataque, y atrás mantiene su estatus de vigilante pesado para el rival. Ante Osasuna lució en ambos lados del campo, y ni tan siquiera el error al borde del descanso, provocado más por Kepa que por él, que dio origen a la ocasión de Budimir mancha su actuación. En este Madrid es insustituible, aunque cómo no los focos merecidos son para Bellingham. Cabían pocas dudas.

La profundidad

Ampliar

Carvajal toma posiciones en el área y se ofrece a Modric. Demasiada distancia entre líneas en la zaga rojilla. La dejada perfecta del lateral del Madrid abre la puerta del gol a Bellingham.

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