OPINIÓN

El VAR pone la puntilla a la insoportable tragedia del Espanyol

Chen, como primer responsable, Catoira, Diego Martínez, el propio Luis García en menor medida, los jugadores… Todos son culpables del segundo descenso a Segunda en sólo tres años.

Spanish referee Gil Manzano gestures during the Spanish league football match between Valencia CF and RCD Espanyol at the Mestalla stadium in Valencia on May 28, 2023. (Photo by Jose Jordan / AFP)
JOSE JORDAN | AFP
Iván Molero
Llegó al Diario AS como estudiante en prácticas en 2002, y desde que se licenció en Periodismo por Blanquerna, de la Universitat Ramon Llull, se ha especializado en la información del Espanyol, sobre el que también ha co-escrito libros, todo ello atendiendo al seguimiento de otros equipos, deportes y eventos desde la delegación de Barcelona.
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Tiempo habrá para abordar los múltiples errores propios, de dimensiones bíblicas, que han acabado con el Espanyol en Segunda. Pero el último episodio, el que terminó con la inquebrantable fe, con la increíble esperanza en la permanencia que le estaba otorgando el 1-2 en Mestalla, obedece a factores externos. A unos arbitrajes dudosos y un VAR que se ha inhibido en los momentos más decisivos, los que han acabado propiciando un terrible descenso. Llegaba escaldado a Valencia el equipo de Luis García, tras pedir la impugnación del partido ante el Atlético por el escandaloso gol fantasma de Griezmann, y obtuvo dos tazas más de desidia. La del segundo tanto de Montes, era el 1-3, que no subió al marcador por una más que discutible falta sobre Mamardashvili. Y, en menor medida, la de una posible falta de Gayà a Braithwaite en el inicio de la jugada del 2-2.

El VAR pone la puntilla a la insoportable tragedia del Espanyol
Gil Manzano, en el Valencia-Espanyol.JOSE JORDAN

Tan estrecha es la distancia entre el éxito y el fracaso como irreductible fue en Valencia la fe del espanyolismo hasta el desenlace que nadie esperaba que fuera tan cruel. El empate en el añadido, y que encima significara el descenso matemático. El fiel reflejo de lo que ha sido una temporada inhumana, insoportable, en que prácticamente ninguna semana pudieron ni el equipo ni sus aficionados vivir en tranquilidad. Y que ha acabado con las llamas del infierno. Sólo la reacción final, la mejoría en juego (que no en prestaciones defensivas) ya con Luis García hace albergar nuevas esperanzas, ahora en el ascenso. Chen, como primer responsable, Catoira, Diego Martínez, el propio Luis, los jugadores… Todos son responsables del segundo descenso a Segunda en sólo tres años. Y los arbitrajes han puesto la puntilla. Demasiado dolor. Una auténtica tragedia.

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