El sufrimiento de ver al Madrid
Millones de personas vivimos la identificación con el escudo de una manera sensacional.
Demasiados partidos retorcido en el sofá y en el asiento del estadio. Sé que hay aficionados que disfrutan con el gol en el último minuto, la liberación gracias a un tanto salvador y la celebración vengativa escuchando RAC1. Yo no. No me gusta este sufrimiento. Hace tiempo que me pregunto por qué hago esto. ¿Por qué el Real Madrid afecta a mi estado de ánimo? Durante los 10 minutos de 1-1 en Vitoria estaba abatido. Imaginaba el despido de Xabi Alonso como una catástrofe. Sufría por la indemnización como si los dos años y medio de contrato los fuera a pagar yo. Y de repente Vinicius se vuelve a disfrazar de jugador excepcional y gana el partido con una jugada impresionante. Rodrygo se llevó los titulares pero quien gana el partido es el 7 a banda cambiada.
Me he acostumbrado a ver solo y con el volumen al cero los partidos. Me enervan las narraciones y los comentarios. Tampoco llevo bien las modas de los silbidos acosadores a Vinicius y Asencio. Creo que así sufro menos y en realidad me estoy volviendo paranoico. Siento una crisis de juego y resultados como una conspiración en todos los niveles. Creo que los jugadores no corren lo que deberían, el entrenador no les convence, los rivales se esfuerzan más que contra el resto… Y tras el insomnio y un par de días, llega el análisis. Como los 11 cabrones de Toshack. Y otro partido y vuelta a empezar.
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Parece una exageración pero no estoy solo. Millones de personas vivimos la identificación con el escudo de una manera sensacional. No hay que equivocarse. No es una pasión contra nadie ni excluyente respecto a otras aficiones. Es más, creo que tener la capacidad de emocionarse con el fútbol es un tesoro. Me pasa con la música, la literatura, el cine o el arte. Vale, con un disco mediocre de mi grupo favorito no sufro tanto. Soporto de peor humor un mal libro, pero no llega a los límites del fútbol. Entonces, ¿es grave, doctor? ¿Grave? Grave es apagar la tele porque tu equipo va perdiendo. O pagar a los árbitros. Eso sí que es grave.
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