El sentido común como filosofía
“Con toda la humildad y modestia. Si hay alguien en España que conoce el presente y el futuro del fútbol español es este hombre que está sentado delante de vosotros”. Si a esa declaración le quitamos la palabra fútbol, por el tono bien podría estar esculpida bajo la estatua de un prócer o de un gobernante. Pero es, sin embargo, una de las frases que pronunció Luis de la Fuente en su presentación como seleccionador. Era jueves 12 de diciembre de 2022. Aemet pronosticaba una mañana de lluvias en Madrid. La tormenta en la RFEF vendría tiempo después.
Junto a él estaban Luis Rubiales y Albert Luque, ninguno de los cuales sigue en la Federación ya saben ustedes por qué. La sombra de Luis Enrique era alargada, pero De la Fuente se mostró tranquilo, explicó su estilo de fútbol, el que le hizo canterano en Lezama y campeón sobre la Gabarra, en suma, la filosofía con la que se forjó en los banquillos hasta convertirse en el hombre milagro de las selecciones inferiores.
De la Fuente es el principal culpable de que la Selección domine Europa. Habla poco, elogia a muchos y se viste por los pies, algo de sentido común pero que sorprendería a algún que otro técnico que se pone los calcetines en las orejas. Sin Carvajal, Laporte, Rodrigo, Pedri, Lamine, Nico o Morata no habría sido tan feliz en 2024. Obvio. Pero es que esta España no es otra cosa que la suma de todos. Desde aquel 12 de diciembre de 2022 hasta ahora. Que lo siga siendo.