El ‘revival’ permanente del Madrid
Por más conocida que sea la historia, no hay forma de revolverse contra ella. El Celtic se vio perdiendo como tantos otros después de perdonar a un Madrid que no deja pasar una. La última Champions acreditó la eficacia y la resiliencia blanca, incomparable en el panorama futbolístico, cuya jerarquía es exclusiva a su trayectoria. No se esperaba un inicio tan enrevesado en esta edición, pero la propuesta del Celtic exigió la aparición del Madrid de siempre. Todos sus problemas futbolísticos durante tantos minutos quedaron arrinconados a partir del primer gol de Vinicius. Olvidó rápidamente su limitada activación de inicio, sus desatenciones hasta en los saques de banda y su lentitud para girar el juego de un lado a otro. Para ello se sirvió de la agresividad del Celtic en una presión para fracturarle el escudo en una transición de manual con dos velocistas extremos como Valverde y Vinicius. Y un toque de Hazard entre medias.
Con el partido en el alero, sin la figura de Benzema para desoxigenar los ataques posicionales y bajo las correcciones oportunas de Militao, el Madrid golpeó de su manera preferida para doblegar a un Celtic apasionado y de buen pie. Al galope no le alcanza nadie. Tampoco cuando un Kroos fabuloso predica sus cambios de orientación para poner en disposición idónea a Carvajal o Valverde. Durante un buen tramo, se pudo dudar del papel de Hazard como falso nueve, sobre todo por su presencia en el área. Ante esa posible carencia, Tchouameni cogió más altura y Valverde, que es más que un centrocampista, también atacó por dentro en posesiones elaboradas del Madrid, pero el belga se desquitó una vez el Celtic se terminó de desvestir. El experimento a Ancelotti le dio réditos en un contexto determinado, pero habrá que ver si ante otro tipo de adversario funciona igual. Hasta que llegue eso, si es que llega, el Madrid sigue su máxima en una película mil veces repetida. Si le perdonan, él no lo hace. Y gana, gana y vuelve a ganar.
El despiste de Juranovic
El lateral del Celtic da un paso adelante que permite el centro lateral de Valverde a Vinicius en la jugada del primer gol del Madrid. De haberse retrasado, el uruguayo debería haber buscado otro tipo de envío en ese caso.