El récord de Rudy
Rudy Fernández igualó este miércoles el récord de internacionalidades de Juan Carlos Navarro, 253, sin jugar ni un solo segundo en el partido frente a Irán, que cerraba la primera fase de Yakarta con el liderato del grupo previamente asegurado. Esa es una de las contradicciones que tiene la contabilidad de la FEB con los jugadores de la Selección, al considerar que basta con la presencia en el acta para sumar, sin necesidad de comparecer en la cancha. Rudy empató la plusmarca sentado en el banquillo. Suena raro, la verdad, pero ese mismo baremo se ha aplicado para todos, incluido el propio Navarro, así que tampoco hay que darle mayor relevancia al criterio. Hubiera sido bonito, eso sí, que Rudy hubiera pisado la pista al menos un minuto para refrendar el registro, para guardar la foto y para llevarse el aplauso del público y de los compañeros. Esto en la NBA lo saben hacer muy bien.
Pero Sergio Scariolo ha preferido priorizar sus razones deportivas para darle descanso. “Tenemos que cuidarle, tiene 38 años”, explicó el seleccionador, quien también puntualizó que si el choque hubiera sido decisivo, el veterano alero sí podría haber intervenido. Ante Irán no había nada en juego, eso es cierto. Y este viernes habrá una oportunidad mejor para rendirle al gran capitán el tributo que se merece, en un encuentro verdaderamente relevante, ante Letonia, en el que una victoria abre las puertas de los cuartos de final del Mundial. Seguro que la Federación Española lo tiene en cuenta. Cualquier homenaje que se le brinde al doble campeón del Mundo, cuádruple campeón de Europa y triple medallista en los Juegos Olímpicos se queda corto. Porque por encima de su palmarés, que ya es deslumbrante, está su actitud en la cancha y en el vestuario, donde se ha convertido en un referente de esta juventud que empuja fuerte para emular sus éxitos.