El primer gran examen para Vitor Roque
El Barcelona volverá a Nápoles, donde jugó el año de la pandemia en la Champions League con Quique Setién y luego volvió a enfrentarse dos años después en la Europa League en el primer triunfo europeo de la nueva era de Laporta. Será la primera eliminatoria directa de Xavi en Champions como entrenador del Barcelona, pero el técnico ya sabe lo que es enfrentarse a los napolitanos.
Barcelona y Nápoles se conocen bien. Los dos últimos precedentes se saldaron a favor de los barcelonistas, pero más allá de este historial, el equipo de Xavi sigue teniendo suerte esta campaña en los bombos europeos. En la liguilla cayó en un grupo muy asequible que logró solventar como primer clasificado a pesar de los apuros finales y ahora en el primer cruce ha evitado a Inter y a París Saint-Germain, los dos cocos del bombo.
El Nápoles vive, como el Barcelona, momentos de duda. Al igual que el conjunto catalán, tras ganar el Scudetto la pasada campaña, ahora se ve descolgado de la cabeza de la tabla. El Inter le saca once puntos y ya ha cambiado de entrenador: Walter Mazzarri llegó porque Rudi García no dio con la tecla. Con el nuevo técnico se espera el margen de mejora para un equipo que en la fase de grupos se enfrentó al Real Madrid, que le derrotó en los dos partidos.
El conjunto italiano tiene sus principales bazas en Osimhen y Kvaratskhelia, que son dos jugadores que van a exigir a la defensa barcelonista una mejora de cara a febrero si quieren mantener la racha contra los partenopeos.
Faltan dos meses para afrontar este partido y ambos equipos tienen deberes por hacer. De parte blaugrana, además de mejorar el rendimiento defensivo ante una delantera tan peligrosa como la italiana, deberá mejorar su producción en ataque. En este sentido, la llegada de Vitor Roque se adivina como clave. En la Champions el joven brasileño tendrá su primer gran examen.
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