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El Madrid vuelve a ser Galáctico

EI Madrid es diferente a todo. Y a todos. Es un imán de ilusiones ilimitadas. En el maravilloso documental ‘En el corazón de la 14′, emitido estos días por Realmadrid TV, aparece en un momento determinado Luka Modric en el vestuario para decirle a la cámara henchido de orgullo: “Los jugadores deberían saber lo que es jugar en el Real Madrid. No hay nada como defender esta camiseta. Para alcanzar lo máximo hay que jugar aquí”.

El croata tiene toda la razón. Las increíbles remontadas protagonizadas el año pasado ante el PSG de Messi, Mbappé y Neymar, la del Chelsea (era vigente campeón de la Champions), la inolvidable del City de Guardiola o el 2-5 de esta temporada en Anfield ante el Liverpool de Klopp son hazañas que solo están al alcance de los elegidos. Me consta que Jude Bellingham (cumplirá 20 años el próximo día 29) se quedó prendado del Madrid viendo desde su casa de Dortmund esas hazañas futbolísticas que jamás hubiera podido protagonizar en el Borussia. A su gente de confianza le vino a decir algo así: “Si quiero pasar a la historia del fútbol como un jugador especial tengo que fichar por el Madrid. Solo allí lo conseguiré”.

Florentino, José Ángel Sánchez y Juni Calafat, el tridente imparable de los despachos de la Casa Blanca, supieron macerar el objetivo para presentarle al chaval un proyecto que incluía lucir su talento en el nuevo Bernabéu, un estadio tridimensional que se va a convertir en una fábrica de sueños donde los jugadores se van a sentir unos privilegiados por formar parte de esta aventura futbolística y arquitectónica. Jugar en el Madrid se ha convertido en la aspiración máxima de los profesionales del gremio. Solo te puedes ir en tu decadencia y por una cantidad de dinero irrechazable, como le ha sucedido a Benzema con la megaoferta árabe.

El Madrid del Siglo XXI va cogiendo cuajo a base de golpes de efecto como el del fichaje de Bellingham, que ha dejado a verlas venir y sin capacidad de respuesta a los clubes-Estado. Los jeque-dólares del PSG o del City, o el dinero sin límites de United, Liverpool o Chelsea no ha podido competir siquiera para convencer al chico. Jude no se mueve por dinero, sino por aspiraciones futbolísticas y profesionales.

Con el fichaje del MVP de la Bundesliga y de la estrella de la selección inglesa, el Madrid ha dado un puñetazo en el tablero del mercado europeo. Algo así como “vosotros tenéis el dinero y yo el poder de seducción. Sois tan pobres que solo tenéis dinero...”.