El Madrid pierde ganando


Solo por ser el Madrid se explica su victoria contra un meritorio Leganés. Hizo muy pocas cosas bien y demasiadas mal en un partido que afea su trayectoria reciente y cuestiona sus aspiraciones si no se vuelve a corregir por enésima vez esta temporada. Se podrán buscar justificaciones en la resaca internacional, pero el problema que se dibujó es más profundo. Su irresponsabilidad defensiva, unida a una actitud indolente en algunas fases del encuentro, no es un buen síntoma cuando están en juego los títulos. De algún modo, el Madrid volvió a una pantalla que parecía tener ya superada, y se comportó con una tibieza alarmante. Como bloque nunca estuvo ajustado; a nivel individual, pocos jugadores se salvaron de la quema. Lucas y Fran García sufrieron a su espalda, Asencio y Rüdiger se vinieron abajo ante Diego García y la fórmula de Modric y Camavinga en la medular no funcionó. El Madrid pareció tomarse a la ligera el partido, pasota y descuidado, ante un Leganés siempre peligroso en las transiciones. Borja Jiménez quiso que su equipo fuera valiente tras robo y sus jugadores respondieron a sus demandas con la calidad de figuras como la de Juan Cruz.
La lenta activación tras pérdida del Madrid permitió al Leganés poder salir a la contra con bastante frecuencia. Nadie corregía esas situaciones en el equipo de Ancelotti, quebradiza su estructura por la distancia entre líneas y los errores de concepto de futbolistas como Camavinga. Todo lo aparente que es el centrocampista francés cuando arma sus conducciones o se despliega a la carrera se desvanece cuando debe oficiar con inteligencia en sus cometidos tácticos. No guarda la posición como mediocentro y el boquete del Madrid en el interior se hace gigante. Pero el problema blanco no fue Camavinga, fue el desempeño general de un equipo que esquivó el tropiezo por su idilio cotidiano con la victoria sea como sea. Mbappé estuvo acertado y Bellingham peleó para que los suyos no cayeran. Aun así, ganar de esta forma solo tiene sentido si después se alcanza el campeonato. De lo contrario, resulta hasta contraproducente. Al Madrid le toca reflexionar.
Volver de mala manera

La contra del 1-2 del Leganés vino precedida de una pérdida de Brahim y un repliegue defectuoso. Raba está solo en toda la secuencia, sin que Modric o Camavinga terminen de estrechar su vigilancia. Asencio, blando ante Óscar.
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