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El Madrid merece otra cosa

El Madrid no ganó en Pamplona, pero puede que ganara de cara al futuro. Hay una clara mejoría blanca en la semana donde el calendario más le apretaba, aunque no le alcanzara para despachar a Osasuna en un ambiente crispado. En cualquier caso, el Madrid jugó un buen partido, con once y con diez demostrando que sus mejores jugadores andan en un gran momento. Amaneció arrollador Mbappé, acabó todavía mejor Vinicius. Es cierto que les faltó pegada, al igual que en el Etihad, pero se ha de suponer que se trata de una merma coyuntural y no se debe a que el Madrid haya perdido la puntería de repente. La defensa adelantada de Vicente Moreno, con un Osasuna que flojeó entre líneas, permitió que los de Ancelotti atacaran continuamente la profundidad con Mbappé y Vinicius, que además tuvo un gran desempeño en el uno contra uno en la banda izquierda. Fueron una pesadilla para una zaga rojilla que no encontró la forma de fiscalizar sus movimientos. Lanzados por Modric y Bellingham hasta que resultó expulsado, con Brahim más intermitente que en actuaciones anteriores, los dos estiletes agitaron el tablero y apuntaron a Sergio Herrera. El portero de Osasuna acreditó, una vez más, su extraordinaria solidez.

Fue, en definitiva, un buen Madrid, que no capituló ni con un futbolista menos. Lógicamente, hubo deslices en la parte trasera. Con esa línea de cuatro resulta normal, incluso en días en el que todos tuvieron, en mayor o menor medida, un rendimiento mayor que un aprobado. Pero Budimir puso en demasiados problemas a Tchouameni y Asencio y las apariciones de Oroz o Moncayola terminaron por exigir las intervenciones salvadoras de Courtois. Solo desde los once metros el belga fue batido. Ese punto fatídico arrebató el triunfo a un Madrid que, pese al nuevo tropiezo clasificatorio, puede ver el horizonte con más optimismo que hace unos días. Su fútbol contra Osasuna mereció otra cosa.

Boquete en el centro de la zaga

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Tchouameni se lateraliza demasiado, Asencio se ocupa de Budimir y se abre un hueco claro para la entrada desde atrás de Moncayola. Ni Camavinga ni Fran García corrigen a tiempo. Mal posicionamiento defensivo del Madrid.

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