El líder es Scariolo

La Selección para el Eurobasket 2025 se presentó ayer sin Sergio Llull, que la semana pasada anunció su renovación con el Real Madrid, donde cumplirá su 20ª temporada, todo un récord. Unas fechas antes había hecho otro anuncio notable: su adiós a España. Era la despedida del último mohícano, del último representante de la Edad de Oro, justo un año después de la jubilación del otro gran capitán, Rudy Fernández, que cerró su carrera a la par que Sergio Rodríguez. Un broche melancólico. No serán las únicas ausencias. Álex Abrines comunicó su retirada hace una semana, el mismo día que Ricky Rubio nos alegró con su vuelta al baloncesto. Lorenzo Brown se ha bajado de la cita por supuestos motivos personales, otro nacionalizado que sigue la senda de Nikola Mirotic y Serge Ibaka, que ya hace años dieron la espalda a la rojigualda. Ese no es el camino. Usman Garuba no acude por paternidad. Y Hugo González, porque está preparando su asalto a la NBA. Entre el tiempo que pasa y los tiempos que corren, el semblante de la Selección ha dado un vuelco.

Sí se mantienen los hermanos Hernangómez, Willy y Juancho, este último fortalecido en la Euroliga. También Santi Aldama, el único NBA. Y otros clásicos que dieron un paso al frente cuando se lo pidieron, en especial Alberto Díaz y Darío Brizuela, también Joel Parra, López-Arostegui y Jaime Pradilla. Tampoco faltan jóvenes prometedores: Mario Saint-Supery, Sergio de Larrea, Eli John Ndiaye… Es un equipo sin grandes líderes, porque el líder es el equipo. Si hubiera que ponerle nombre a uno, habría que mirar al banquillo, al hombre de los cuatro oros europeos y el Mundial 2019, al mago Sergio Scariolo. que dirige por última vez a España después de 13 años de éxitos. “Lo que más me llena es ver a un equipo funcionar”, dijo en el acto. Su fuerza es el grupo. La Familia.

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