El Eurobasket de Mumbrú

Alemania ha completado el abordaje al trono de España. Su reciente oro en el Eurobasket, tras batir en la final a Turquía, remató el mismo doblete que había sostenido la Selección en el ciclo anterior: campeona de Europa y campeona del Mundo. La sensación es un poco diferente, si entramos en la comparativa, porque los oros españoles en 2019 y 2022 vinieron definidos por la palabra ‘milagro’, especialmente la conquista continental, mientras que los alemanes consolidan a un bloque fantástico, todavía con proyección de futuro. Los triunfos del equipo de Sergio Scariolo fueron magníficos, porque tienen más mérito cuando no partes como favorito, pero su prematura eliminación en el último campeonato confirma que aquellos dos títulos fueron los últimos coletazos de la Edad de Oro del baloncesto español, con los últimos supervivientes de aquel glorioso grupo que lideró Pau Gasol. La retirada de Rudy Fernández y la renuncia de Sergio Llull pusieron el broche a una época de ensueño, que ahora vive la Alemania de Dennis Schröder y Franz Wagner.

Para ser más exactos, sí se podría decir que en el Eurobasket quedaba todavía un superviviente de aquel periodo, pero militaba en otras filas. Me refiero a Álex Mumbrú, que condujo a los germanos hacia el éxito como seleccionador. No ha sido un Europeo fácil para Mumbrú, que ha cubierto con una enfermedad que le ha impedido desarrollar plenamente su labor, pero sí estuvo en las decisiones técnicas. Donde no ha podido estar es en las celebraciones, porque ha ingresado en un hospital para terminar de recuperarse. Desde aquí le deseamos lo mejor. Y le felicitamos por la victoria. Mientras España construye un nuevo futuro, al menos hemos podido saborear un trocito de gloria, con uno de aquellos jugadores que tanto nos hicieron gozar.

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