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El deficitario compromiso de Ilaix

Poco fiable

Cuando el descenso entra en juego, se necesitan de jugadores con apego a la responsabilidad, que no rehúyan el delicado momento y que actúen y piensen en favor exclusivamente del equipo. En el Valencia, por desgracia, no abundan, y también hay algunas cuestiones sangrantes como la de Ilaix Moriba (20 años). Ante el Sevilla jugó como sin con él no fuera la cosa bajo un carácter lúdico impropio de la trascendencia máxima del partido. Solo así se entiende su intento de control con una filigrana que desembocó en el gol de Badé. Lo mismo que su autoexpulsión, borrándose en lo que quedaba y para lo que está por venir. Ilaix ha equivocado el camino a seguir desde que salió del Barcelona y el Valencia paga ahora la factura de su inmadurez futbolística. Por su compromiso no es que sobresalga. Y está claro que no elige bien.

Los intangibles

No es fácil salir ileso de un derbi, listón que exige a un futbolista ofrecer su versión más notoria. Más si cabe cuando eres delantero, no marcas y asumes un trabajo poco vistoso. De ahí que se puede caer fácilmente en la injusticia. La percepción mediática sobre el partido que completó Gorka Guruzeta (26 años) ante la Real dista de lo que verdaderamente fue. El delantero del Athletic fue verdaderamente importante con su juego espacial, toques de espalda y recepciones en los saques de banda. No es un virtuoso, no les pone arte a sus acciones y también cede algún balón de más (11 pérdidas esta jornada), pero asegura un valor que para todo entrenador es sagrado. Con su esfuerzo convierte en mejores a los demás. No es casualidad que su referencia arriba fijando centrales libere a Iñaki Williams. Tampoco que el Athletic acentúe su capacidad de robo en campo contrario, como la pelota que le rebañó a Mikel Merino. Guruzeta es un fastidio para el rival y un aliado sincero para sus compañeros.

Mejor en todo

En poco tiempo, la fotografía del Valladolid ha cambiado mucho y lo hubiera hecho mucho más de no ser por el gol postrero de Muriqi en jornada anterior. La llegada de Pezzolano le ha dado la vuelta al estilo y hay jugadores que lo agradecen. Es el caso de Amallah (26 años), que se ha validado como un enganche de máximas garantías. Pese a cierto empacho con el balón, su rendimiento ante el Villarreal rayó la excelencia. El gol y la asistencia, llamada así erróneamente, a El Yamiq le reivindica, pero lo hacen más sus buenas descargas entre líneas para solventar la presión del Villarreal, su trabajo extenuante en las disputas (12 duelos ganados de 22) y su sagacidad para hacer progresar la jugada. La confianza que le ha transmitido Pezzolano se ha escenificado con su respuesta en el campo. Amallah da alas al Valladolid.

Atreverse

El paso de gigante que firmó el Girona ante el Elche huele a definitivo. La permanencia está a tiro, y ya no se pueden descartar sus aspiraciones europeas. La ambición mueve al equipo de Míchel, refrendada en tantos aspectos que conviene subrayar alguno de ellos. Contra el Elche volvió a marcar desde fuera del área gracias a Oriol Romeu. Es el séptimo tanto rojiblanco desde la larga distancia, cifra solo superada por el Madrid (14) y el Atlético (8). Esa osadía por amenazar siempre define lo que es este Girona.