El cumpleaños no fue feliz para el Cádiz


El Cádiz celebraba su 112 cumpleaños, pero dada la situación que atraviesa el equipo no hay mucho que festejar. Con la derrota ante el Barcelona ya son cinco partidos perdidos en sendos encuentros en los que ha recibido 14 tantos (el que más), no ha marcado ninguno (único equipo sin goles a favor de Primera) y son últimos de la clasificación. Ante el Barça, igual que contra el Celta en la anterior jornada, la derrota se consumó en el segundo tiempo, tras una gran primera parte de los amarillos en la que supieron maniatar a los de Xavi.
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Si alguien no se merece esta situación que atraviesa el equipo esa es su afición. Una hinchada que estuvo de 10 durante el incidente con el espectador y que una vez más volvió a recibir a los suyos a la llegada al estadio para alentarles. De hecho, tras recibir el primer tanto de De Jong, la grada amarilla comenzó a cantar su particular “te quiero Cádiz”, en busca de insuflar ánimos a sus jugadores… pero la historia fue distinta. El segundo gol de Lewandowski acabó con cualquier tipo de esperanza de remontada.
El Cádiz necesita urgentemente una victoria que le vuelva a reenganchar a LaLiga. Parece mentira, pero lo cierto es que el partido ante el Valladolid del próximo viernes se puede considerar a estas alturas como una auténtica final para los de la Tacita de Plata. No va más.




