El ‘culebrón Mbappé' empieza a ser tóxico

El Madrid decidió ayer romper la calma de la tarde del sábado con un comunicado tajante en torno a Mbappé. Niegan cualquier negociación con el francés. Lógico. Reconocerlo sería delito. Hasta el 1 de enero, este asunto debe quedar stand-by. Lo que ocurre es que nadie se cree que a estas alturas del cuento no haya existido una sola conversación entre Florentino o José Ángel Sánchez con Lamari (la madre del chico) o con el propio Kylian. En la pasada primavera, el presidente respondió a un aficionado así a la salida de un restaurante sobre la pregunta de si al final iba a fichar a Mbappé: “Sí, pero no este año”.

Florentino debe tener atado al díscolo parisino porque sabe que no puede fallar con la espada por segunda vez consecutiva. Otro “no” de Kylian sería insoportable. Pero como la relación entre Madrid y PSG es más fría que las aguas del Ártico, era necesario escenificar eso de “a mí que me registren”. No obstante, esta es una china más en el zapato de un fichaje (o no) que empieza a resultar tóxico.

Todo son malos rollos, polémicas, contradicciones, comunicados, amenazas veladas... El madridista quiere hablar de Bellingham y sus 13 goles en 13 partidos, de las renovaciones estratégicas de Vinicius y Rodrygo, de la posibilidad de ganar hoy al Rayo para seguir líderes. Vamos, que Mbappé empieza a ser un asunto cargante...

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