El cadista no entiende de razones

¿Cómo se convence a una afición de que es posible la permanencia cuando tu equipo lleva 23 partidos sin ganar en Liga? ¿Cómo les haces creer que seguir en Primera es viable si eres el equipo con menos gol del campeonato y te encuentras a cinco puntos de la salvación? La respuesta a estas dos cuestiones se basa en algo muy simple: el cadismo. El cadismo es la religión que profesa el cadista, un aficionado que sabe aprovechar los buenos momentos, por todos esos años que se ha pasado en el barro. Este aficionado anima más si cabe cuando el Cádiz no le da apenas motivos para ello. Hoy llega el Atlético al Mirandilla, un equipo al que los amarillos han ganado seis partidos de 31. ¿Y qué más da? El cadista se volverá a poner sus mejores galas para animar a su equipo en su estadio.

El cadista no entiende de razones. Tampoco las necesita. Su sentimiento va más allá de los títulos y se agarra a cualquier cosa para creer en imposibles. Porque el equipo de Simeone llega sin Griezmann ni Barrios y quizá pensando más en el partido de Champions, contra el Inter, donde los madrileños se juegan la temporada. Porque en la primera vuelta los amarillos tuvieron contra las cuerdas a los rojiblancos con el 0-2 inicial. Por esa victoria del curso pasado con el gol de Sobrino en el minuto 99 que hizo estallar al Mirandilla. Todos ellos son motivos suficientes para que el cadista piense que es posible.