El Barça y el Torneo de Apertura

Pamplona nunca ha sido plaza fácil de tomar, menos aún ahora, cuando deberían empezar a bajar algo las temperaturas, porque dentro de la caldera del viejo Sadar se compensa con creces la inversión térmica desde la grada. No hay que preocuparse por el precio del kilowatio/hora. Usan energía renovable e inagotable, puro hidrógeno verde navarro, más si cabe con Osasuna en puestos europeos. Un buen termómetro para calibrar a este Barça postpiqué que aspira a conseguir el liderato antes de ese parón de medio mandato en LaLiga para asistir después a un Mundial tan raro que van a jugar en Qatar sin vacaciones veraniegas de por medio. Va a estar más complicado escaquearse de los estudios o el curre para darse panzadas de fútbol a todas horas.

Casi podría decirse que este parón tan novedoso constituye una suerte de Torneo de Apertura al modo argentino, y que el equipo de Xavi aspira al menos a poder conquistar tras la debacle europea. En la competición nacional solo ha cedido un empate en casa y una derrota en el Bernabéu, tan dolorosa como habitual en tiempos pretéritos. Estar tan a la par de un Real Madrid pletórico en época de reformas no es del todo mal balance. Para el definitivo Torneo de Clausura aún tendremos la bala del clásico en el Camp Nou. Feliz descanso liguero a todos. Nos veremos en fin de año.