El Barça de los emoticonos

El sábado por la noche, el Barça pasó un vídeo de 39 segundos en el que los jugadores expresaban a través de emoticonos sus sensaciones previas a la final: fuego, pulgar arriba, sonrisa con la lengua fuera... Pero como si fuese un espejo de la sociedad actual, detrás de esa realidad feliz no había nada. El Barça, una casa de papel en defensa, se deshizo como un azucarillo en diez minutos y el Madrid ganó la Supercopa como y cuando quiso.

Un año después del rondo gigante que hizo en Riad (la ausencia del MVP del curso anterior, Gavi, resulta dolorosísima) no quedaba nada. El Madrid le devolvió el golpe con más fuerza y dejó tocado a un equipo sin respuestas físicas ni futbolísticas al que esperan, como a su entrenador, días difíciles.

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