El Barça de las 45 Champions
El Barça dispone este sábado de un primer match-ball para revalidar la Liga de fútbol sala si gana el segundo partido de la final al Palma, como ya hizo en el primero. Si fallara en Mallorca, todavía tendría una bala más el próximo martes en el Palau Blaugrana. Una semana atrás, otros dos equipos del club azulgrana habían luchado también por sendos títulos. Por un lado, el de baloncesto, que sucumbió el domingo ante el Real Madrid por la corona de la ACB. Y por otro, el de balonmano, que el mismo día doblegó al Kielce de los Dujshebaev en una agónica final, resuelta por penaltis, para conquistar su segunda Liga de Campeones consecutiva, que a su vez es la undécima de su historia, más del doble del siguiente laureado, el Gummersbach alemán, que suma cinco. El recordatorio de estos frentes tan variopintos nos muestra, una vez más, que una de las grandes riquezas de este club es su diversidad, su carácter polideportivo, su respeto y cariño por otras disciplinas más allá de papá fútbol. Eso hay que reconocérselo siempre al FC Barcelona. Cada fin de semana. Y aplaudirlo.
El éxito del balonmano eleva el número de Copas de Europa a 45, una cifra inmensa, admirable, la más alta de ningún club del mundo, aunque hay que puntualizar también que 22 títulos provienen del hockey patines. El segundo equipo más galardonado es precisamente el de handbol. Luego viene el fútbol masculino, con cinco; el fútbol sala, con cuatro; el baloncesto, con dos, y el fútbol femenino, con uno. Un bonito muestrario. Eso sí, el embrión de este club y la razón de ser es el fútbol, que además es el que paga la fiesta de todos los demás. Los dos trofeos continentales logrados este año en balonmano y futsal son elogiables, pero lo importante es que el motor principal no se pare. Eso lo sabe cualquier aficionado culé. Obvio. Teniendo eso claro, el Barça busca hoy otro alirón.