El Barça arregla la vida al Madrid
El Madrid salió con mal cuerpo del derbi, pero recuperó la salud horas más tarde. El Barça se estrelló en Almería y deja la Liga en el aire, cuando todos los indicadores le beneficiaban, incluido su nuevo fracaso en Europa. Ni en la Liga de Campeones, ni en la Europa League, tienen sus males remedio. La eliminación le deparaba un calendario perfecto para cerrar la temporada. Reducido el número de partidos, podía dedicarse a los asuntos domésticos del campeonato, empezando por el viaje a Almería, donde fracasó y convirtió el empate del Madrid contra el Atlético en un resultado más que aceptable para el equipo de Ancelotti.
Es probable que tanto el Madrid como el Barça sufrieran las consecuencias de sus partidos en Inglaterra. Distanciados en apenas 60 kilómetros, Anfield y Old Trafford fueron escenarios de dos partidos muy diferentes. El Madrid renovó su mito europeo frente al Liverpool y el Barça persistió en sus decepciones. En los dos casos, la adrenalina corrió a borbotones por los dos equipos y probablemente les exprimió físico y mentalmente. Regresaron a la Liga sin energía y con pocas ideas. Que Araujo oficiara en Almería de delantero centro durante varios minutos, dijo mucho de la sequía de ideas y de la desesperación del Barça.
Los partidos estuvieron precedidos por las obligaciones en Europa, que serán sucedidas por las que tienen en la Copa del Rey, de máxima tensión. Real Madrid y Barça se enfrentan esta semana en la ida de la semifinal, uno de esos partidos que alteran el pulso del fútbol español. De repente, al Madrid le llega en mejor momento. La herida del empate con el Atlético se la cerró el Barça en Almería y el pase en la Liga de Campeones está casi hecho. La Copa del Rey le permite la bonita posibilidad de resarcirse de su sonora derrota contra el Barça en la final de la Supercopa. Su panorama es de lo más apetitoso.
Las derrotas en Old Trafford y Almería colocan al Barça en una posición dudosa, el típico tiempo de incertidumbres y preguntas que caldean el ambiente en la hinchada. Tampoco le ayudan los decibelios del ‘caso Enríquez Negreira’. Con victorias, se pasan algo mejor esta clase de tragos, pero los últimos patinazos del equipo profundizan en una espiral de desánimo. Con estos precedentes, el Barça va a la semifinal de Copa con angustias que parecían olvidadas. No lo están.
En las próximas cinco semanas, los dos equipos se enfrentarán tres veces, con el partido de Liga en el Camp Nou como el jamón del bocadillo. Tres encuentros que decidirán el destino de los dos equipos en las competiciones nacionales, con una carta bajo la manga para el Real Madrid, que seguirá más que vivo en la Copa de Europa, la competición de más prestigio en el fútbol y con la que vive un idilio eterno.