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El baile al Madrid que no fue y ahora sí fue

Lo que debió suceder la temporada pasada ocurrió en esta. El City pasó por encima del Madrid en un partido que puso en contexto la distancia futbolística entre ambos. No hay duda de que el equipo de Guardiola es el mejor del mundo en todos los aspectos. Ya lo era el curso pasado y lo sigue siendo ahora pese a la resistencia de un Madrid que esta vez cayó con todas las de la ley. No tuvo capacidad de réplica ninguna para sostenerse entre el torrente de juego skyblue, porque nunca fue un bloque y porque las individualidades no existieron. Vinicius se topó con Walker, Valverde, Modric y Kroos se pelearon con la pelota y Benzema no necesitó que nadie le defendiera. Su partido, como su temporada, resulta injustificable pese al boato de su reputación tras el Balón de Oro. En todos los duelos salió derrotado. Sin nadie al que agarrarse, el Madrid completó una actuación decepcionante de cabo a rabo frente a un City grandioso, obra de Guardiola. Esta vez sí fue un equipo atrevido en la posesión y fue de cara a por los de Ancelotti. La jerarquía de Rodri, la movilidad entre líneas de Gündogan y De Bruyne, el uno contra uno de Grealish y Bernardo Silva y el trabajo de fijación de Haaland desmantelaron el pobre cuartel defensivo de un Madrid que ya venía tonteando con los desmanes atrás.

El City no se contuvo nunca y firmó una exhibición extraordinaria en la primera parte. Su posesión tuvo todo el sentido, desde las conducciones dividiendo de Rodri y Stones hasta las apariciones desde atrás de Gündogan, De Bruyne o los extremos. Los cortes hacia la línea de fondo, el volumen por dentro y la llegada por oleada al área de Courtois, el único a salvar como siempre en el Madrid, tendieron el partido hacia un lado con una presión asfixiante. Ante esa realidad, el Madrid se quedó sin salida y cayó en todas las trampas. Nadie protegió la frontal del área, un claro defecto en todo el curso desde que Casemiro voló. Y esta impresión no es oportunista, sino que retrata el paso errante del Madrid en este registro del juego. Carvajal se rindió ante Grealish, Camavinga perdió su espalda, Valderde salió siempre a destiempo y Kroos fue como pollo sin cabeza a todos los lados sin referenciar su posición. Esa descompensación se acusó con la inacción de Benzema y Vinicius. Es imperdonable que el Madrid buscara defenderse con nueve en el Etihad con el City de Guardiola enfrente. Así se perdió desde el principio, incapaz de aguantar el balón al confundir el dos para dos que dejaba el City atrás. Mucho balón largo, pocas ideas. En ningún tramo del encuentro, ni tan siquiera en la segunda parte donde el City hubo algún momento que se equivocó al abrir demasiado escena, se percibió que el Madrid estuviera en condición de dar un vuelco al guion establecido. Sin ningún gramo de épica en esta ocasión, se fue a la lona de la peor forma posible. Arrasado por el City, como debió ocurrir hace un año. No se puede ganar siempre, pero tampoco se puede perder así.

La frontal del área

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Gündogan aparece desde segunda línea sin que Valverde llegue a tiempo y nadie cierre ese espacio. Militao y Alaba se centran en Haaland y Kroos se pega en exceso a Carvajal. Mal posicionamiento táctico del Madrid.