Goleada. El Cívitas Metropolitano vivió una nueva fiesta, esta vez a costa de un Valencia al que no le salió nada. Griezmann volvió a sacar todo su repertorio y parece que juega a otra cosa. Marcó el 1-0 y lleva nueve goles y nueve asistencias en LaLiga. Se le ve contento, orgulloso de ser de nuevo el líder del equipo. Y el francés contagia. Para muchos es el mejor jugador del campeonato. Con Griezmann en plan estrella, el Atlético jugó, mostró pegada y se afianza en el tercer puesto. Y si el Madrid pierde en el Camp Nou, no renunciará al segundo puesto.
Espectáculo. El Atlético jugó un muy buen primer tiempo. Se divirtió como pocas veces lo ha hecho a lo largo de esta temporada. Fútbol de alto nivel, al primer toque, con precisión y con remate. Únicamente la falta de acierto le privó de irse al descanso con un triunfo más abultado. La grada lo agradeció con aplausos. Los aficionados se lo pasaron en grande y es evidente que el Atleti tiene futbolistas para ofrecer espectáculo. Es una lástima que los del Cholo tirasen el campeonato con una primera parte liguera tan irregular. Pero bienvenido sea esta nueva versión rojiblanca.
Munuera. Al espectáculo también se sumó Munuera Montero, aunque esta vez en negativo. Mostró amarilla a Griezmann en una jugada en la que no tocó al rival, tuvo que ir al VAR para anular el gol del Valencia por falta previa a Memphis, el conjunto valencianista protestó por un posible penalti a Duro, desquició a unos y a otros...
De Paul. El argentino volvió al once y rindió muy bien. Centrado en el juego es un futbolista importante. De Paul manejó con mucho criterio el juego, asistió a Carrasco en la jugada del 2-0, se ofreció aquí y allí... Y, sobre todo, mostró que tiene jerarquía para llevar el peso del equipo. Simeone le ha recuperado para la causa. Hermoso también se encuentra en un gran estado de forma. A falta de poder luchar por el título, el equipo madrileño se exhibe. Y hace feliz a los suyos, que no es poco.