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El Atlético lo vio tan ganado que se durmió

Empate. El Atlético tuvo un 0-3 y lo vio tan fácil que se fue del partido antes de que finalizara. El equipo de Simeone se sintió tan superior a su rival que entendió que sería imposible que el Espanyol pudiera levantar el encuentro. Y casi lo hizo. De verdad que sí. El Atlético volvió a mostrar lo mejor y lo peor en un partido. Ordenado, competitivo, mortal de necesidad hasta que se puso 0-3. Su rival le apretó, pero nunca se sintió incómodo. Pero con el tercer tanto de Carrasco en la primera jugada del segundo tiempo, los jugadores del Atlético pensaron que estaba acabado. Y desapareció ese equipo para ver otro desconectado del partido, a merced de su rival hasta el punto de que cualquier balón colgado al área causaba peligro. Ver los encuentros del Atlético para el que no es aficionado rojiblanco deber ser apasionante. Para los hinchas rojiblancos, no tanto. Pero este equipo es así, este club es así. Y no va a cambiar nunca.

Griezmann. El francés es una maravilla. Y ante el Espanyol volvió a mostrar un recital de juego: de ofrecerse, de darla a la primera, de conducir la pelota y de rematar. Marcó y su tanto es el decimocuarto que logra en el campeonato liguero. A ellos hay que sumar un gol que marcó en Champions. Suma los mismos de Morata (13 en LaLiga y dos en Copa). Magnífica temporada la de Griezmann, que dejó detalles técnicos que atesoran la gran calidad que tiene. Con un jugador así, puedes aspirar a grandes cosas. Seguro que no se fue muy contento con el 3-3, pero hizo un gran partido.

Saúl. El ilicitano fue de más a menos, aunque demostró ante el Espanyol que aún tiene mucho fútbol por delante y que puede darle alegrías a su equipo y a los aficionados del Atlético. Hizo el 0-1, su tercer tanto esta temporada, pero, sobre todo, lanza un mensaje de cara al futuro: quiere que sigan contando con él.

Grbic. El portero croata recibió tres goles, aunque hizo un buen encuentro, ya que evitó otros tantos más. A Grbic le van a venir bien estos partidos que está jugando de manera consecutiva. A la sombra de Oblak, el portero del Atlético puede aprovecharlos para mostrar que está en condiciones de formar en la la plantilla rojiblanca la próxima temporada. El equipo madrileño se despedirá de su afición el domingo en el Cívitas Metropolitano. Y lo querrá hacer a lo grande. Y sin dormirse.