Desastre. El Atlético es una sombra de lo que fue y de lo que debería ser. Un equipo sin alma, sin carácter al que el Oporto ganó poniéndole más ganas, más fútbol, más juego… El conjunto portugués, ya clasificado, corrió más y mejor, peleó más, ganó los duelos… Noche infame de un Atlético al que Simeone no le está sabiendo sacar partido. Sólo en la recta final el Atlético se fue a por el triunfo (tampoco tuvo suerte con el arbitraje). El equipo rojiblanco no sólo se queda fuera de la Champions sino también de la Europa League y la temporada se hará muy larga. No es lógico que el conjunto del Cholo sea cuarto en un grupo con Brujas, Leverkusen y Oporto. Se avecinan tiempos complicados para un Atlético que luchaba por grandes objetivos. Mal todos, mal Simeone y la afición no se merece un espectáculo así.
Actitud. El Atlético realizó uno de los primeros peores tiempos que se le recuerdan (y ya ha tenido malos inicios de partidos). Pero no se entiende que los futbolistas salgan al terreno de juego así jugándose lo que se jugaban. El Atlético se ha ido labrando a lo largo de estos años un gran prestigio en el fútbol europeo pero no puede tirarlo por la borda con actuaciones como la vivida en el primer tiempo ante el Oporto. No es de recibo. No se entiende la falta de actitud, de aptitud, la falta de ganas, la apatía que mostraron los rojiblancos… Así no, señores, así dan vergüenza ajena.
Goles. El Atlético recibió gol en Cádiz en la primera acción del partido y en Oporto sucedió algo similar. ¡Qué tiempos aquellos en los que la defensa del Atlético era la envidia de Europa! Para marcarle un gol al equipo madrileño había que sudar mucho. Ahora es lo contrario. Ahora los rivales saben que a poco que hagan pueden crear mucho peligro a Oblak. En Oporto falló hasta Savic, siempre uno de los mejores de la zaga. No puede ser que el Atlético reciba tantos goles en cada encuentro. Lamentable actuación y lamentable partido de todos y cada uno de los integrantes del Atlético (se salvaron Oblak y Griezmann). LAMENTABLE.