Es la cuarta temporada consecutiva que Madrid y City se enfrentaban en fase eliminatoria de Champions, por eso decía Valdano que es el “nuevo clásico”. Pero este partido tenía algo diferente. Guardiola se vio en clara desventaja: “Tenemos un 1% de posibilidades de ganar”. Y cuánta razón tenía. Cuando tienes delante al Mbappé que todo el mundo esperaba es difícil creer que puedes (aunque los aficionados del City pensaban que el Balón de Oro de Rodri les daba fuerza para ganar). Se hablaba mucho de la defensa del City, pero además tiene otros problemas: jugadores en su etapa final como Gündogan, De Bruyne, Stones o Ederson que se han desgastado a lo largo de nueve temporadas a nivel Premier y una plantilla con una falta total de confianza. Este final de Guardiola se podía prever. Después del triplete en 2023, las expectativas del club eran de temporada de transición. Se marcharon Mahrez y Gündogan y llegó Gvardiol. Pero esa caída no llegó. A pesar de la lesión de De Bruyne y de comenzar la liga con muchos puntos de diferencia con el Arsenal, ganó la Premier por cuarta vez consecutiva y le compitió la Champions al Real Madrid.
En ese momento se creó una sensación engañosa, pensando que la plantilla todavía podía dar más de sí. Pero no. La 2024-25 tuvo un mercado de verano vacío, se marchó Julián Álvarez y, aunque llegó Savinho y volvió Gündogan, esto le hizo mucho daño. Era el jugador que mordía, que le daba energía al equipo y que estimulaba a Haaland a presionar más arriba. Por si fuera poco se fastidiaron Rodri y todos los centrales. Este año sí será en blanco para los sky blue. Le ocurrió lo mismo al Liverpool en 2020 con la lesión de Van Dijk. Los reds acababan de competirle al City la liga (99-98 puntos) y con su baja, la siguiente temporada quedaron a 17 puntos de los de Pep. Un único jugador desarmó completamente al equipo de Klopp. Imaginad al conjunto de Pep con la baja de Rodri, Julián, sus centrales y las lesiones recurrentes de varios de sus jugadores.
Es cierto que ha llegado Nico para no perder tantos balones en la zona Rodri y recuperar los que pueda. Apareció Marmoush para hacer de Haaland. Además en la eliminatoria hicieron varias cosas bien: ocuparon los cuadrados con intención, utilizaron falsos laterales, mientras Foden y Savinho intentaban hundir al Madrid. El fin de semana pasado vencieron a un Newcastle de Champions con hat-trick de Marmoush. Y lo más importante: no tenían nada que perder. Solo necesitaban un gol para intimidar al Madrid pero su falta de competitividad no les dio ni para aguantar cuatro minutos. El Real Madrid ha sufrido derrotas que hacen daño esta temporada y también tenía bajas importantes como Militao, Carvajal y, sobre todo, Kroos , pero como demostró en su última Champions, perder contra el Atlético de Madrid y las bajas de Courtois, Militao o Alaba no le impidieron llegar a la final y ganarla. Lo ha hecho todo, lo más fácil y lo más difícil.