Dos semanas de reflexión para Xavi
Marejada. El Barça se fue al parón con el patio revuelto. Ganó al Alavés, pero Lewandowski tuvo un feo desplante con el niño Lamine; y La Masia no se toca. Luego, Xavi le echó la culpa a la Prensa de que el equipo juegue mal. Hay quien vio algún parecido con aquellas famosas declaraciones de Cruyff en las que se inventó el entorno después de una derrota en Praga antes de ser campeón de Europa en Wembley. Pero de aquello hace 31 años. El fútbol era distinto, el Barça era distinto, y los carriles por los que viaja la información, también. Como en Barcelona todo se acaba sabiendo, muchos especulan con que el motivo de la extemporánea declaración de Xavi tiene que ver con el descontento del vestuario por las fugas de información. El entrenador pensó que la mejor manera de ponerse en el bando de los jugadores era disparar contra los periodistas. Es una apuesta arriesgada, pero eso no le salvará de la mirada inquisidora de quienes están arriba. Puede que a Xavi no le guste que Deco y Rafa Márquez, el entrenador del filial, tengan una relación tan estrecha. Y tal vez pueda recelar de que los dos estuvieran desde el principio en la candidatura de Laporta, Estimem el Barça, mientras él iba de la mano de Víctor Font en la campaña electoral de 2021. Pero así se compone el cuadro.
Huesos. No hay que minusvalorar la capacidad de Xavi para manejar el escenario, se sabe el libro del Barça de memoria. Pero lo que va a terminar por juzgarle no será ese entorno que se esconde entre bambalinas y que permite que este receso de 15 días se convierta en un folletín. Mandan los resultados. Estas dos semanas de parón le pueden servir al entrenador para dejar de mirar hacia fuera, concentrarse en su vestuario y mejorar a un equipo que empezó la temporada ilusionando y, de pronto, ha encallado. De momento, evitará quince días de preguntas incómodas en rueda de prensa (esta semana, durante la reunión de entrenadores en Madrid, Xavi insistió ante sus colegas en algo que ya había expresado públicamente en marzo: considera que los técnicos hablan demasiado). A cambio, ha escuchado decir a Deco que la confianza en él es del 200%; y también ha recibido el respaldo de Laporta (“estamos totalmente del lado del entrenador”) y de dos capitanes sin brazalete como Gündogan e Iñigo Martínez. Todo estará en su sitio cuando los internacionales regresen esta semana. El feo de Lewandowski a Lamine quedará lejísimos y la rajada de Xavi será una más en la hemeroteca del Barça. Entonces llegarán Rayo, Oporto, Atleti y Girona. Diciembre no será fácil en Can Barça.
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