Djokovic cierra un mal año

Novak Djokovic no defenderá su título de maestro en las ATP Finals de Turín. El serbio alude a una lesión, que no especifica, para borrarse de la prestigiosa cita, igual que hizo en el reciente Masters 1000 de París-Bercy. Su renuncia pone el candado al curso 2024, una vez que su país tampoco está clasificado para las Finales de la Copa Davis, las mismas donde Rafael Nadal, el gran rival de su carrera, pondrá el broche a su trayectoria. Nole se quedará en 2025 como el único miembro del Big Three en activo, un dato para los románticos, pero lo hará con muchas dudas sobre su rendimiento futuro. A sus 37 años, Djokovic acaba de cerrar su peor temporada en número de títulos. Sus peores cosechas fueron en 2017 y 2006, además con trofeos bastante menores: Doha, Eastbourne, Metz y Amersfoort. La página de la ATP también le concede dos únicos torneos en 2010, Pekín y Dubái, pero redondeó el año con la Copa Davis.

En esta ocasión solo ha tenido un éxito, aunque hay que admitir que ha sido de los grandes: el oro olímpico en París. Dentro del tenis, como ocurre en otros deportes muy profesionalizados, ganar los Juegos no tiene tanta reputación como las principales joyas del calendario, en este caso los Grand Slams, pero en el caso de Djokovic era el único título de renombre que faltaba en su palmarés, hasta convertirse en una obsesión para él. El remate del Golden Slam, que solo habían conseguido antes Andre Agassi y Rafa Nadal, convierte el 2024 en un año especial para Novak, aunque eso no puede esconder que ha sido una temporada bastante mala para el número uno de la historia. Y lo peor de todo, tanto por edad como por el crecimiento de los nuevos reyes, Jannik Sinner y Carlos Alcaraz, es que quizá estemos en la antesala de otro final.