Disfrutemos bajo techo

La temporada de atletismo en pista cubierta 2023 ha tenido grandes momentos. No hay que irse lejos. El pasado domingo, Adel Mechaal batió en Birmingham el viejo récord de España de 1.500 metros que ostentaba Andrés Díaz desde hace 24 años: 3:33.28. Solo unas horas después, Mondo Duplantis voló hasta 6,22 en Clermont Ferrand para elevar su estratosférica plusmarca mundial. Esta semana, Estambul pone el broche al curso con los Europeos. No estará Duplantis, pero sí Mechaal. Hay muchos ausentes, de acuerdo, pero también un gran nivel en los presentes. Cuando arranca un gran campeonato siempre es tentador hacer recuento de los que no están, pero es más saludable centrarse en los que sí han viajado. Pongo un ejemplo. Entre las bajas se encuentra Mohamed Katir, que protagonizó un momentazo de la campaña con el récord de Europa de 3.000. La semana pasada probó hacer lo propio en el 1.500, pero se le atragantó la carrera de Madrid. Sólo cuatro días después fue Mechaal quien superó ese registro. Quien está en Turquía es Mechaal, no Katir. Y el desafío que se ha marcado suena supremo: batir a Jakob Ingebrigsten. Igual que ha venido Óscar Husillos, reciente recordman de 400, que tiene también un Everest para revalidar su título continental: Karsten Warholm.

Otro soniquete clásico señala al indoor como un atletismo menor. De bolsillo. En general es obvio que no alcanza el mismo nivel que al aire libre, pero también acoge figurones del calibre de los dos noruegos. Si Mechaal y Husillos quieren el oro deberán ganar a Ingebrigsten y Warholm. Nada menos. Vamos a ver estrellas mundiales en el Ataköy Arena, y grandes competiciones, y se podrá disfrutar de bellos momentos que harán olvidar, por un instante, que hay otro atletismo sin techo y otros ases que no han venido. Disfrutemos mejor de lo que tenemos. Que es mucho.