Desde el ‘planeta Lamine’

Pese a que el Barça ha cambiado su fútbol total de principio de temporada por una ruleta rusa y que a Flick le dio un ataque de entrenador increíble y lo quitó con el descuento aún por jugar, Lamine se llevó el MVP del Borussia-Barça. Bien visto por quien lo eligió, porque los goles de Raphinha y Ferran vistieron mucho y tuvieron su mérito. Lo de Lamine, sin embargo, es otra dimensión. Mientras el partido en el viejo Westfalenstadion parecía un tren desbocado, con la Südtribune metiendo madera en la caldera sin conocimiento, él lo decidió desde su planeta. Cuando el partido quema, él se mete el mechero en el bolsillo. Y luego le mete fuego.

A Lamine le dieron el libro del fútbol cuando nació y todavía no lo ha soltado. Un buen amigo me decía anoche que su gran mérito es que mejora cada acción. Para un chico de 17 años debería resultar suficiente con ese pase con el exterior a Raphinha nada más empezar el partido; o con el regalo que le envolvió a Ferran en el 2-3. Su rasgo de distinción, sin embargo, es más elevado. Lamine parece ver un partido de dos equipos terrenales desde su planeta. Baja, lo resuelve y hasta la próxima. Hace unos meses daba cierto pánico escribir de alguien con 16 años en términos de estrella mundial. Pero los hechos son tercos. Y salvo que le pidiese volver a su planeta antes del descuento, estaría bien que Flick no se acostumbrase a quitarlo antes del final. A otro genio esas cosas no le gustaban nada.