De repente la última columna

Quién es ese melenudo afro que debuta hoy?”, pregunté durante el primer plano que ofrecían con la salida del Barça al Camp Nou. “Es Koundé, que lleva jugando desde inicio de temporada. Se cortó las trenzas el jueves”, contestó con displicencia en su fiesta de cumpleaños mi sobrina pequeña, María Herrero. El resto de sus invitados olió sangre. “¿Y tu tío es el que escribe en AS?”. Traté de mantener la auctoritas ante el motín infantil cuando les dije que la falta sobre Lewandowski no era ni amarilla, antes siquiera de que el árbitro pitara. El descabello me lo dio mi hijo pequeño Mario. “No, es roja”, comentó tras la expulsión. Aplaudió el respetable. Solo faltaba cambiar la piñata por una guillotina.

Hay que saber retirarse a tiempo. Cuando unos tiernos infantes te dan clases de fútbol quizás haya que dejarlo. Qué mejor momento que cuando recuperamos el liderato, aunque solo sea por 24 horas. Encomendémonos al Atleti. Cuando era jefe de prensa del Pontevedra C.F. dimití tras mi primera temporada al ascender a Segunda después de derrotar al Lorca. “Os dejo en capilla del acenso a Primera”, le dije al presi, que se negó a ratificarme en el puesto. Llegamos a bajar dos categorías seguidas poco después. Vamos a ver qué dice Vicente Jiménez. De momento, que venga otro y lo supere.