Culés, ‘aquest any tampoc’

Parece mentira que muchos futboleros, incluidos algunos fieles a mi amado Real Madrid, tuvieran tan claro hace un mes que el Barça de Flick iba a campeonar sin ninguna duda y que el AVE de Ancelotti iba a descarrilar con total seguridad tras el 0-4 del Clásico. Si usted analiza las remontadas que han hecho los blancos en las últimas décadas en el Campeonato de Liga, verán que al madridismo le pone mucho salir de caza para remontar y que a la tropa azulgrana le pone muy nerviosa verse por delante mientras que su enemigo más encarnizado empieza a recortarle distancia de manera inevitable. Así sucedió en la famosa Liga del Clavo Ardiendo en 2007. Pero aquello fue en primavera y el equipo de Capello remontó un máximo de siete puntos...

Lo de ahora ha sido más grandioso. En un solo mes el Madrid ha remontado ocho puntos sin despeinarse. Sin alardes ni victorias épicas. Sin necesidad de encontrar la soñada versión galáctica de Mbappé (que llegará, no se pongan nerviosos). Con bajas que en cualquier otro equipo hubieran dejado al proyecto temblando. Con un entrenador legendario al que muchos ya querían poner en la proa buscándole sustituto. En suma, en una situación que para cualquier otro rival hubiese supuesto sacar la bandera de la rendición y asumir que este año no tocaba.

Pero entonces no estaríamos hablando del Real Madrid, que ha olido la sangre de la duda en ese Barça de Flick que curiosamente lleva los mismos puntos que el Barça de Xavi el curso pasado. Menos lobos, Caperucita. De hecho, vuelvo a proclamar hoy que el gran rival para ganar esta Liga es el Atleti del Cholo. Culés, aquest any tampoc.

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