Tomás Roncero

Courtois, el mejor portavoz del Real Madrid

Gente como ‘Tibu’ pone a todos en su sitio. Y Carvajal enorme también con su post sobre Miami. Me representáis.

21/10/25
RUEDA DE PRENSA 
REAL MADRID 
COURTOIS
INMA FLORES
Tomás Roncero
Nació en Villarrubia de los Ojos en 1965. Subdirector de AS, colaborador del Carrusel y El Larguero y tertuliano de El Chiringuito. Cubrió los Juegos de Barcelona 92 y Atlanta 96, y los Mundiales de Italia 90, EE UU 94 y Francia 98. Autor de cuatro libros: Quinta del Buitre, El Gran Partido, Hala Madrid y Eso no estaba en mi libro del Real Madrid.
Actualizado a

Es difícil festejar una conferencia de Prensa de un futbolista como si fuese un gol o, en este caso, como si un portero hubiese detenido un penalti. Es el espectacular efecto que generó Courtois con su impresionante comparecencia en la víspera del duelo europeo con la Juve. El belga se solazó de tal manera y se mojó como pocas veces hemos visto a un jugador. Dijo lo que pensaba sin dobleces, huyendo de ser políticamente correcto, implicándose y diciendo en voz alta lo que una legión de madridistas comparten de la A a la Z. Necesitaría tres artículos para reproducir la catarata de elogios que recibí hacia el gigante belga en mi WhatsApp. “Tibu me representa”. “Así se habla, ya era hora de que el club tuviera alguien que los ponga en su sitio”. “Ha hablado como un capitán; así se defiende al club”.

Es un resumen de lo que la afición me transmitió para que le diésemos las gracias a Tibu. Parece que el Madrid, en su genética señorial, tiene que aguantar siempre todo lo que le digan sin derecho a réplica. Se acabó. Desde ahora, gente como Courtois pone a todos en su sitio con patatas calientes como la del adulterador partido de Miami (felizmente cancelado), la censura televisiva de LaLiga a las protestas de los jugadores en los partidos, los palos gratuitos a Vinicius o el infundio de la mano blanca arbitral de los sonrojantes ejecutores del ‘Caso Negreira’. Y Carvajal enorme también con su contundente post sobre Miami. Su voz, indiscutiblemente jerarquizada, también ha influido para acabar con ese bolo recaudatorio que hubiese contaminado la limpieza de nuestra competición para siempre. Tibu y Carva, me representáis.

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