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Con ustedes, Kylian Mbappé

Finde feliz.- Como tantos millones de españoles enamorados del deporte, disfruté con el gran triunfo de Marc Márquez en Motorland (mil y pico días después de su última victoria), como lo hicimos el sábado con nuestra heroína Teresa Perales (para mí, mucho más admirable que Phelps), como aplaudimos el cuarto puesto de Carlos Sainz en Monza y el triunfo aplastante de Paula Badosa en el Open USA, que ya está entre las ocho mejores. Pero lo más vibrante fue, sin duda, el etapón de La Vuelta que nos puso en pie con ese triunfo épico de Pablo Castrillo, un jacetano que nos está rescatando el amor por el deporte de las dos ruedas. Pues hablando de la ronda española, el Madrid es para mí como Primoz Roglic. Y el Barça es como Ben O’Connor. El australiano arrancó La Vuelta como un tiro tras vencer en Yunquera, metiéndole una minutada a todos los Gallos. Roglic se quedó a casi cinco minutos. Como el Barça de Flick ahora. 12 de 12. Pero el campeón esloveno ha ido arañando poco a poco esa distancia con la paciencia del sabio y la insistencia de la hormiga obrera. Ya está a poco más de un minuto. El martes, en los míticos Lagos de Covadonga, llegará seguramente el sorpasso. Pues ese ejemplo debe seguir el Madrid de Ancelotti. Pese a lo mal que parece haber empezado, está a sólo cuatro puntos del supersónico Barça de Flick. Cuando llegue la primavera, que es cuando se hace la recolecta de los títulos, ya veremos donde está cada uno. Esto es como acaba, no lo olviden los que sueñan con volver a Canaletas, que ya empieza a tener telarañas...

Allez Kylian.- Se trataba de esperar a que Mbappé rompiese su sequía en Liga para reventar el bote de ketchup. Es tan bueno el francés que, por mucho que el infortunio o la ansiedad le estuviesen privando del gol, sólo era cuestión de esperar. Y el momento llegó para desesperación de un Betis que imaginaba sacar otro empate del Bernabéu, algo a lo que se había acostumbrado estos años. La jugada que pasará a los libros de Historia, por ser el primer gol liguero del killer parisino, la inició Rodrygo, el balón llegó a Fede Valverde. El uruguayo, que está en plan líder y es el futbolista más en forma del equipo, se inventó un taconazo genial a lo Guti o lo Zidane y habilitó a Kylian, que batió por bajo a Rui Silva. Gritó al cielo del Bernabéu. Liberado. Feliz. Era lo que había soñado desde sus cómics infantiles. Cantar un gol en el Bernabéu. Y 70.000 almas corearon su nombre. Ahora sí sabe que está en su hogar, en el que durante muchos años repetirá esta escena. De hecho, lo hizo de nuevo minutos después al transformar con maestría el claro penalti cometido sobre Vinicius. Un doblete liberador y terapéutico para un equipo que lo necesitaba. Arranca una nueva era, la ‘Era Mbappiana’.

Tranquilos.- Por la mañana hablé con una leyenda del Madrid y me tranquilizó con una sabia reflexión: “Roncero, tranquilo que el equipo va a ir pronto para arriba. Este año vamos a ganar todos los partidos del Bernabéu y fuera ocurre que los rivales se dejan la vida porque empatarle al Madrid es como un título. A la vuelta del parón y cuando regresen Jude y Camavinga nos vamos a salir. Y Kylian va a abrir esta noche su racha goleadora”. Lo has clavado todo, amigo.

Afición más optimista.- El personal estaba un poco mosca, para qué engañarnos. Los tropiezos de las dos islas (Mallorca y Gran Canaria) y el arranque tremendo del Barça dejaba al personal con el ceño fruncido. Pero ojo, en las pasada Liga el Barça de Xavi empezó con 10 de 12 puntos posibles (cedió un empate en Getafe) y parecía que podía repetir título liguero. Y acabó a 10 puntos del Madrid. En primavera hablamos...

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