Con el mínimo esfuerzo

Así ganó el Real Madrid en Son Moix, con el esfuerzo justo y necesario entre partidos de alto nivel. Los mallorquinistas tuvieron opciones, pero siempre bajo la atenta mirada del ritmo de juego impuesto por los blancos pues daba la sensación de que, en caso de apretarles las tuercas, ellos responderían a las bravas y así no hay nada que hacer...

La mejor muestra en ese capítulo de hostilidades se pudo apreciar cuando tras el remate de cabeza de Raíllo detenido por Lunin, llegó el balonazo de Bellingham al larguero. Tras el descanso, el Madrid aceleró y el Mallorca siguió a la suya y a punto estuvo Darder de igualar el chutazo de Tchouameni con otro chupinazo de cosecha propia. Al final, 0-1 y casi todos contentos. El Mallorca vuelve la semana que viene a Sevilla, esta vez al Ramón Sánchez Pizjuán...

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