Como nadar entre delfines
Este Sevilla de naipes, que no consigue tampoco comenzar a reconstruir Quique, no tiene ahora mismo visado para soñar con proezas.
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“Podemos ser héroes; sólo por un día”. Inspirada en la historia de amor entre dos personas a uno y otro lado del Muro de Berlín, Heroes, la eterna copla de David Bowie, habla entre otras cosas de sueños maravillosos y (casi) imposibles, como nadar entre delfines. Para este Sevilla que se hunde en la miseria, salir victorioso del Metropolitano se intuye en la previa bastante más difícil que lanzarse al mar y deslizarse entre cetáceos sin miedo a la corriente, los tiburones y el abismo. Un equipo que en Copa, sí, ante rivales mucho menores que el que entrena Simeone, conquistó A Malata y el Coliséum. Pero cuyo perfil debilucho y poco hábil no hace albergar muchas esperanzas de machada.
Este Sevilla de naipes, que no consigue tampoco comenzar a reconstruir Quique, no tiene ahora mismo visado para soñar con proezas del calibre de pegar un Metropolitanazo y meterse en la penúltima ronda copera con el derecho a sentirse campeón: lo que se ha venido sintiendo durante estos recientes lustros de interminable gloria, sobre todo en Europa League. Quizá a ese torneo fetiche, repleto de utopías consumadas, habría que agarrarse y pensar en la noche milagrosa de Old Trafford hace menos de un año, o en el partidazo del Juventus Stadium semanas después. Olvidar la ruina liguera, creerse el equipo grande que parecía olvidado y convertirse en héroes una (pen)última vez. Aunque sea sólo por hoy.
