Como el año pasado, para un camino distinto

Feyenoord, Lazio y Celtic. Los bombos de la fase de grupos de la Champions 2023-24 le dan otra oportunidad al Cholo para borrar el pasado reciente sin dejar de mirarlo. Porque el Lazio es piel Simeone, cuatro años allí jugó, contra ese equipo ya se topó en la Europa League de la 2011-12, la primera del cholismo. Porque el Celtic siempre será el rival de la Batalla de Glasgow que precedió a la primera vez rojiblanca en una final de la Copa de Europa, la de 1974. El Feyenoord, a priori, parece el más fácil que, del bombo 1, podía brotar.

Feyenoord, Lazio y Celtic. Peor imposible. Peor no será. Peor que el año pasado cuando los bombos de este mismo sorteo solo parecían sonreír al Atleti. Qué tres rivales. Asequibles. Unos Oporto, Brujas y Leverkusen que sonaban a Feyenoord, Lazio y Celtic. Pero el paseo se tornó laberinto. Por primera vez, el Cholo no supo salir de ahí. Por primera vez, en once años, el Atleti se quedó fuera de Europa, de todas las Europas posibles, cercenados no solo los octavos de Champions, también el consuelo de la Europa League. El sorteo de hoy ha sido como El Día de la Marmota, como si fuera hace un año pero con nombres distintos y el Atleti, que no debería tener problema para acabar primero, con una lección aprendida: en este viaje, el peor enemigo posible siempre será él mismo.