Ceferin no quiere que el Madrid gane la 15
La UEFA ya no sabe cómo poner más piedras en el camino para evitar que el Madrid vuelva a hacer historia y conquiste la 15. Una vez que se ha conocido la identidad de los cuatro semifinalistas, que ya estaban bastantes claros después de los partidos de ida, carece de sentido poner el Madrid-City del Bernabéu el martes 9 de mayo cuando el organismo de Ceferin perfectamente podía haberlo puesto 24 horas más tarde. El Madrid de Ancelotti se juega un título de Copa del Rey, en una fiesta del fútbol en Sevilla ante Osasuna, apenas 71 horas antes (6 de mayo en La Cartuja, 22:00). Una final de Copa siempre supone un exigente desgaste por su intensidad, alimentada por el propio ambiente (habrá más de 20.000 aficionados de cada equipo), y por lo tanto es difícil que nadie juegue con el freno de mano echado. A Ceferin le debe de motivar más ver al City de los Emiratos Árabes en la final de Estambul, porque era de cajón haber colocado el partidazo del Bernabéu el miércoles 10 y no un día antes para que no haya tiempo para recuperar a los que reciban golpes o pequeñas lesiones.
En cualquier caso, este Madrid es tan grande que, cuanto más alta le ponen la montaña que debe escalar, mejor actitud y talante muestra para afrontar el desafío. Ancelotti seguro que tiene un plan para poder afrontar esos dos partidos de alto copete con sólo tres días de margen. Y, ¡qué diantre!, el 9 de mayo es mi cumpleaños y seguro que mis ídolos de camiseta blanca me darán una alegría ante la tropa liderada por ese iceberg noruego llamado Erling Haaland.