Ceballos y Fran García, aptos para la Liga
Como quien no quiere la cosa, el Madrid ya depende de sí mismo en su carrera por la Liga. El espíritu de enmienda que ha exhibido ante Osasuna, Leganés y ahora Getafe, unido al bajonazo insospechado del Barcelona, ha cambiado la situación por completo. En la Champions no le alcanza, pero en la Liga le es suficiente porque maneja un potencial de alternativas que el resto no tiene. El Getafe duró hasta el discutido penalti de Nyom y el Madrid se apañó para pasar una tarde sin sobresaltos mayores, con la estimable ayuda de los palos, en la que Mbappé se dio por aludido a medias ante tanta crítica, Bellingham estimuló todavía más su crecimiento y actores como Ceballos y Fran García validaron la jerarquía que ofrecen en una competición como esta. Tanto el centrocampista como el lateral izquierdo mostraron un desempeño convincente, nada del otro mundo, pero que al Madrid le viene bien por la frescura, vocación ofensiva y entusiasmo que aportan al equipo. Ceballos llevó la manija en la base, lanzó con buenos pases interiores a las piezas adelantadas y tuvo momentos en los que fue capaz de juntar al Madrid con el balón. Con un sentido posicional mayor, movió bien a su equipo, no se excedió en las conducciones y aumentó sus apoyos a los compañeros para voltear el estrecho 1-4-4-2 de Bordalás. Ceballos jugó con inteligencia y soltura.
Lo mismo se puede decir de Fran García, que arrincona todavía más a Mendy. Seguramente el lateral izquierdo no tiene ni los conocimientos ni las capacidades defensivas del francés, pero da otra cosa al equipo. Su ímpetu y sus llegadas por la banda mejoran la profundidad blanca, además de lucir en la anticipación como sucedió en la transición que dio pie al 2-0. Las maniobras de los rivales a su espalda son el único debe, pero viendo el rendimiento cercano y las últimas fechorías de Mendy tampoco resulta para tanto. Lo que queda claro es que Fran García y Ceballos son dos recursos importantes para Ancelotti en la Liga y según qué tipo de adversario esté enfrente. Más si cabe cuando los partidos se juegan en el Bernabéu. Quizá no les llegue en compromisos de la máxima trascendencia, pero su hueco debe estar garantizado dentro de la gestión de minutos de la plantilla de Ancelotti. Se lo están ganando a pulso.
La posición de Bellingham
Como interior izquierdo se ofrece por dentro entre líneas, donde su fútbol brota con mayor fuerza. Valverde atisba su desmarque y el inglés surge para asistir con maestría a Mbappé en el 2-0.