Caso Valverde: lo que la verdad esconde…
Ahora que la Justicia ha archivado el caso porque “no resulta debidamente justificada la perpetración del delito”, me apetece ver las caras de los que han criminalizado al uruguayo.
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En el asunto Valverde-Baena se removieron muchas sensibilidades. Un tema turbio, con provocaciones personales que traspasan la frontera de la ética, reacciones violentas que permitieron demonizar al agresor con el bastón populista de “nada justifica una agresión”... Aquí es muy fácil hablar y juzgar desde el burladero confortable de tu morada. Ahora que la Justicia ha archivado el caso al comprobar que “no resulta debidamente justificada la perpetración del delito que ha dado lugar a la formación de la causa”, me apetece ver las caras de todos aquellos que han criminalizado al uruguayo sobre su presunta barbarie y dando por hecho que Álex Baena era tan inocente que pasaba por allí y sin saber a qué venía se llevó una presunta leche del charrúa sin venir a cuento...
Valverde es un joven tímido y muy disciplinado. Atiende a las peticiones que le hace el club cada vez que hay que visitar privadamente un hospital con niños con enfermedades complicadas. El primero dispuesto a firmar a los fans que aguardan en las puertas de los hoteles de concentración. Un chaval criado en un ambiente humilde que sabe de donde viene y sabe donde va. Su cruce con Baena fue feo, con frases difíciles de encajar. Nadie justifica un golpe a otra persona, pero si la propia Justicia dice que lo de Baena es “contradictorio”, quizás estemos cerca de descubrir quién es quién...
