‘Carva’, el Madrid te espera
Maldigo el momento en el que, por su innegociable espíritu competitivo, Carvajal porfió por un balón intrascendente con Yeremi Pino en el descuento de un Madrid-Villarreal. Pese a que el partido estaba ganado, Dani no fue capaz de contener sus ganas por ir siempre a por todas. Su rodilla quedó destrozada. Y después de un calvario de horas y horas de gimnasio y de soledad aterradora sin consuelo, volvió nueve meses después. Empezó la temporada como un tiro. Fuerte. Combativo. Como es él. Un espartano con botas. Volvió a tener un pequeño retroceso. Y se lo curró para llegar al Clásico. Y pudo disfrutarlo en su recta final. Y ganó. Y vibró con el Bernabéu. Y puso a Lamine Yamal en su sitio. Y se comportó como un gran capitán. Lo que es.
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Pero las malditas lesiones volvieron a llamar a su puerta. Otra vez el quirófano. De vuelta a la casilla de salida. Un castigo que no se desearía ni al peor enemigo. Cualquier otro futbolista con menos fuerza mental se rendiría. A punto de aterrizar en los 34 años (lo hará el 11 de enero), el leganense ha vuelto a pasar por talleres convencido de que regresará más fuerte, más hambriento. Es un animal competitivo y nada podrá con él. Carvajal es un tipo especial. Capaz de seguir coronado ochomiles en la jungla del fútbol mientras que algunos desorientados le dan por “acabado”. Es Carva, nuestro gran capitán.
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