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¡Campeones de invierno!

Cibeles, calienta.- Soy consciente de que quedan varios océanos por surfear hasta que el equipazo de Ancelotti pueda cantar victoria en esta Liga que se ha teñido de blanco satén cuando ha llegado a su ecuador. Pero en partidos como este de vísperas de Reyes es donde se fabrica la harina y la levadura de los futuros alirones. Fue ante un Mallorca contracultural por su propuesta casi granítica (5-4-1), pero que gracias a la sabiduría del Vasco Aguirre (pedazo de técnico) es capaz de cerrar los espacios hasta convertir los accesos a Rajkovic en una película de Marvel. El talento individual de Vini, un jugador de dibujos animados, logró descerrajar ese candado en el primer tiempo. Y en el segundo el porterazo serbio sacó otra mano volatinera a Rodrygo que no acabó en gol porque el cabezazo a puerta vacía de Brahim se encontró con un poste-portero. Era un partido que se le hizo bola al líder y que me recordaba al 0-0 con el Rayo de Dimitrievski, otro gran guardameta balcánico. Tampoco era el día de Bellingham, el salvador en otras tardes donde el chocolate sale tan espeso. Pero este Madrid tiene recursos sobrados más allá de Jude. Esta es una plantilla rica en proteínas, donde Ancelotti ha conseguido que en la analítica de su plantilla salgan niveles aceptables de colesterol, glucosa y triglicéridos. La energía saludable, en situaciones tan complicadas como la hoy, la personifica Toni Rüdiger. Alemanazo.

Don Antonio.- Así hay que llamar a este central que asusta con su fiereza de mirada y que gracias a su velocidad imponente y su gestualidad corporal se ha convertido en el mejor zaguero del Campeonato. El berlinés se ha adueñado del eje de una defensa que sólo ha encajado 11 goles a estas alturas, lo que nos obliga a remontarnos 60 años atrás para ver mejores registros, cuando el Madrid de Miguel Muñoz ganaba las ligas con la gorra. Rüdiger se ha ganado al Bernabéu, que lo adora como si fuese canterano. La lesión grave de Militao le hizo dar cinco pasos adelante, hasta el punto de que cuando vuelva el brasileño tendrá que disputarse el puesto con Nacho, porque mi Rudi es intocable. Encima, mete goles que pueden valer una Liga. Su cabezazo imperial le vistió por un día de Sergio Ramos. El eterno Luka Modric sacó el córner como en Lisboa y Rüdiger cabeceó con el ímpetu del camero ante el Atleti para firmar tres puntazos de oro. ¡Rudi, Rudi!

La afición.- Mientras el Bernabéu sigue poniéndose guapo a medida que se acerca su graduación definitiva, prevista para finales de temporada, los fieles a la causa blanca siguen volcados con este estadio que con su techo retráctil consigue que en enero te puedas quedar en la grada en manga corta. No es de extrañar que se agotasen las entradas y que se llenara de niños felices un Bernabéu que vive sus días de vino y rosas.

Carletto.- Él no se dará importancia, pero con los 48 puntos que ha hecho en la primera vuelta puede terminar la Liga con 96, cerca de los 100 de los tiempos memorables con la BBC y Cristiano al frente. Renovarle hasta 2026 ha sido una decisión de club impecable.

Va por ellos.- Este título honorífico de invierno va por mi amigo Frasquito, que a sus 91 años se sigue metiendo los cocidos de Toñín ‘El Torero’ como si fuese un adolescente. Y no me olvido de Garci, de Santo Domingo de la Calzada, y de Iván Escolar Parra y Carolina Escolar Parra, hermanos, grandes deportistas y madridistas de corazón.

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