Brahim y el mercadeo encubierto

Tendencia. Hace unos días la FIFA anunció la creación de una plataforma para registrar los cambios de nacionalidad, esos trasvases que de una selección hacen los futbolistas a otras. Hasta ese punto de regulación llega un asunto que se nos va de las manos. Kluivert convocó esta semana a 20 no nacidos en Indonesia de los 27 que configuran el elenco indonesio. Nadie está libre de un mercado de fichajes encubierto, un ajetreo que mueve a los agentes como si del sistema de transferencias de clubes se tratase.

Ruido. España ha tenido una ventana especialmente movida. Assane Diao, campeón de Europa Sub-19 con La Roja y brillante goleador en el Como, ha aceptado ir con Senegal. Hay dudas con Coba, pretendido por Guinea aunque a la Sub-21 española también le interese. A cambio, Santi Denia se ha reforzado con Mayenda y Fernández-Pardo, pretendidos por Francia y Bélgica respectivamente. Un guirigai que con la globalización cada vez está más expandido.

África. La Selección ha pescado puntualmente. En la última Eurocopa, su pareja de centrales estaba integrada por dos franceses de nacimiento. También ha logrado retener a Lamine Yamal, un acierto federativo que puede ser histórico. En cambio, en el último año perdió a Brahim tras cultivarlo desde la Sub-17. La carta que usó Marruecos para convencerle es la misma que ahora amenaza a las principales selecciones europeas: a final de año hay Copa de África –en Marruecos, precisamente– y en el próximo, Mundial. Dos grandes torneos, uno de ellos mundialista, a cambio de renunciar a tu país de Europa. Si Brahim lo hizo, cualquiera puede. No son fichajes, pero lo parecen.

Jaleo. El jueves fue un día frenético en UEFA por las consecuencias del penalti de Julián anulado por Marciniak. Lo que a primera hora iba a ser un silenzio stampa institucional acabó en comunicado oficial y vídeo para argumentar la decisión del árbitro polaco. También en una recomendación a IFAB para corregir una norma que parece ir contra su espíritu. La creación del VAR obliga a un mayor revisionismo del reglamento. Cuantas más imágenes, más errores antes imperceptibles. A apechugar.

Hoy descubrimos a... Tyrique George (2006). Parecía imposible que un canterano del Chelsea pudiera hacerse hueco esta temporada con Maresca, pero en los últimos encuentros ha aparecido este extremo espigado y vertical. La marcha de João Félix y la sanción a Mudryk le abren hueco. Buena pinta.

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