Tomás Roncero

Brahim, el nuevo Di María

El malagueño jugó en todas partes en el Euroderbi. Si pudiera meterme en la cabeza de Ancelotti, le daría la titularidad en la vuelta en el Metropolitano.

04/03/25 PARTIDO IDA OCTAVOS CHAMPIONS LEAGUE 
REAL MADRID - ATLETICO DE MADRID 
ALEGRIA GOL 2-1 BRAHIM DIAZ
JESUS ALVAREZ ORIHUELA | DiarioAS
Tomás Roncero
Nació en Villarrubia de los Ojos en 1965. Subdirector de AS, colaborador del Carrusel y El Larguero y tertuliano de El Chiringuito. Cubrió los Juegos de Barcelona 92 y Atlanta 96, y los Mundiales de Italia 90, EE UU 94 y Francia 98. Autor de cuatro libros: Quinta del Buitre, El Gran Partido, Hala Madrid y Eso no estaba en mi libro del Real Madrid.
Actualizado a

En 2014, el Real Madrid de Ancelotti conquistó con brillantez la Décima y para la memoria quedó el gol épico de Ramos en el minuto 93. Pero en realidad la clave de ese éxito estuvo en la decisión táctica tomada por Carletto mediada esa temporada. Como la BBC era innegociable por razones obvias (futbolísticas y de marketing), el estratega de Reggiolo decidió retrasar la posición de su mejor extremo, Ángel Di María. El argentino era un rodillo por la banda derecha. Desequilibraba, veía puerta y se sacrificaba en defensa como el que más. Pero en esa posición jugaba Gareth Bale, que no defendía un pimiento pero que tenía duende arriba, sobre todo en las finales.

Ancelotti le dijo al Fideo que se sacrificase y que pasase a formar parte de esa línea media que completaría con Xabi Alonso y Luka Modric. Desde esa nueva posición, Di María fue una precuela de ese box to box infatigable que hoy vemos en Fede Valverde, cuando el uruguayo puede jugar en su posición natural. El rosarino jugó 52 partidos ese curso, facturando 11 goles... ¡y 26 asistencias!

Por eso, veo a Brahim resucitando esa icónica figura, como se comprobó en el Euroderbi del martes en el Bernabéu. El malagueño jugó en todas partes, fue clave en la presión y facturó el gol de la victoria con el arte de un top mundial. En la vuelta del Metropolitano, si yo pudiese meterme en la cabeza de Ancelotti, le daría la titularidad para que acompañase a Bellingham en la Sala de Máquinas. Con Tchouameni en el ancla, Brahim y Jude aportarían sacrificio y calidad para que el tridente de arriba completase la obra. Eso sí, que Mbappé y Vini curren para el equipo...

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