Bilbao sueña despierto
En una de las paredes más conocidas de Bilbao, en el barrio de Olabeaga, justo debajo de San Mamés, frente a la ría, por donde transitó la comitiva del Athletic en La Gabarra, luce en grandes letras en un lateral de un edificio la palabra ‘soñar’. El presidente, Jon Uriarte, lo destacó en los discursos posteriores como un punto destacado del recorrido que consumaron este jueves desde Getxo al Ayuntamiento de Bilbao. Algo, lo de soñar, que han pasado a limpio esta generación de leones para convertir en realidad la consecución de un nuevo título de Copa, el 25 según el club, aunque uno de ellos siga bailando. Más de un millón de personas se apostaron por los márgenes de la ría corroborando que el Athletic es diferente, singular. Ya en Sevilla se juntaron unos 80.000, muchos sin entradas, en la final ante el Mallorca.
Este club consigue que Bilbao, Bizkaia entera, sea seguidora de sus colores independientemente de su edad, condición e ideas políticas. Seguramente, lo único que les una y les haga abrazarse, sentir orgullo, llorar e incluso irse a a la cama sin cenar si pierde. Una religión. Sus jugadores prolongan esta idea al límite, yéndose juntos de vacaciones en verano o celebrando en las calles de Bilbao, con apenas un bafle y una canción como lema para sellar su comunión. Por cierto, el domingo hay partido, viene el Villarreal y Marcelino García Toral. La Champions es casi tan importante como la Copa. La economía, pese al romanticismo, también cuenta en Ibaigane.